La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha puesto dura con el binomio alcohol-conducción. Tanto es así, que para mediados del próximo 2022 será obligatorio pasar un control de alcoholemia antes de subir a todos los vehículos. De momento, esta obligatoriedad será exclusiva para los conductores profesionales de transporte de viajeros y mercancías.
El sistema será sencillo. El dispositivo, llamado Alcolock, es capaz de analizar la concentración de alcohol en aire respirado. Este artilugio va conectado al vehículo, de forma que un resultado no deseado implicará el no encendido del motor.
El Alcolock ya funciona en varios países de la Unión Europea y su obligatoriedad en territorio español se hará efectiva desde el 6 de julio del 2022.
Los límites
Actualmente, los conductores profesionales no pueden superar los 0,15 miligramos por litro en aire espirado. Dependiendo de la cantidad sobrepasada del límite, las sanciones van de los 4 puntos y 500 euros a hechos penales y retirada de carnet.
De momento, la DGT no se ha pronunciado sobre si en un futuro este aparato u otro similar también será obligatorio en los conductores no profesionales, aunque parece poco probable, al menos de momento.