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Nuestros vehículos tienen cientos de piezas tanto mecánicas como electrónicas y hay muchas que desconocemos a pesar de que son fundamentales para el funcionamiento de este.
Por ejemplo, las centralitas para el coche son elementos que todos los vehículos lleven a fin de poder moverse y que la mayoría de los conductores no son capaces ni de ubicar dentro de su automóvil.
La centralita
¿Cuántos de nosotros sabríamos dónde está la centralita de nuestro coche o podríamos decir qué forma tiene? Seguro que pocos a no ser que seamos muy aficionados al mundo del motor.
Sin embargo, sin esta pequeña placa electrónica un vehículo no puede ni controlar la cantidad de carburante que se quema, ni las revoluciones, ni la cifra de gases que se emiten y tampoco el ralentí.
Si se estropea esta placa, un vehículo que vale como poco 15 000 euros no funciona o lo hace de manera deficiente, tan mal que hay que ir al taller de inmediato.
El diferencial
Cuando tomamos una curva no tenemos ninguna dificultad y eso a pesar de que por la física las ruedas interiores y exteriores tienen que girar a distintas velocidades.
De esto se encarga el diferencial, un elemento de los coches que asociamos con los todoterrenos, pero que todos llevan en alguna parte, en la caja de cambios la mayoría de ellos, puesto que un tanto por ciento muy alto de los vehículos que se venden son de tracción delantera.
Nunca hablamos del diferencial, pero es tan importante que es la pieza que permite que no nos salgamos de las curvas cada vez que tomamos una.
Catalizador
Los vehículos están llenos de elementos anticontaminación que desconocemos y uno de ellos es el catalizador, que llevan tanto los automóviles diésel como los gasolina.
Suele ir colocado en el tubo de escape, en la parte inferior del coche en donde no se ve y por eso no reparamos en él.
Un buen día el vehículo comienza a ir mal, a funcionar como si estuviese “ahogado” y ese día sabemos que existe, qué funciones tiene y que se nos ha obstruido o se nos ha roto.
La reparación o el cambio no es nada económica, por lo que es una pieza de la que nunca queremos oír hablar.
Cojinetes de las ruedas
Hay ocasiones en las que el volante comienza a vibrar y escuchamos un ruido en la zona de las ruedas. Casi siempre lo achacamos a un problema de neumáticos o de amortiguadores, pero puede haber otra causa.
Se trata de los cojinetes de las ruedas, una pieza que va justo donde se atornilla el neumático y que es el que le hace girar. Con el tiempo se desgastan y provocan holguras, de forma que hay que cambiarlos.
En los vehículos existen decenas de piezas que desconocemos, en las cuales solo reparamos cuando se rompen y hay que pasar por el taller para cambiarlas, lo que por suerte no se suele hacer a menudo, puesto que en los casos de la centralita o el catalizador el importe es elevado.
