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Colapso en el carné de conducir en Tarragona: hasta cuatro meses de espera para examinarse

Las demoras se disparan en la provincia y afectan tanto a la prueba teórica como a la práctica. Más de 7.000 alumnos están en la lista de espera

Una clase presencial para la preparación del examen teórico de coche en la autoescuela Sabat, en Tarragona.

Una clase presencial para la preparación del examen teórico de coche en la autoescuela Sabat, en Tarragona.Àngel Ullate

Raúl Cosano
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«Tenemos alumnos que pidieron ir a examen en agosto y les han dado hora para diciembre. Es un colapso flagrante que hace que el alumno se desespere y se desmotive, e incluso ya no vaya tan preparado», reconoce Maria Pujol, desde la autoescuela Filló, en Tarragona. El atasco a la hora de sacarse el carné de conducir afecta ahora al test teórico, con esperas medias que oscilan entre los tres y los cuatro meses.

Esa demora se añade a los retrasos crónicos que en los últimos años han lastrado a la parte práctica. «La situación está fatal. Siempre hemos tenido problemas con el práctico y ahora también con el teórico. Están citando para cuatro meses. Hay poquísimas plazas y muchas solicitudes», reconoce Carlos Trujillo, secretario de la Associació d’Autoescoles de Tarragona.

Pujol, desde la autoescuela Filló, señala que «esta situación nos afecta muy gravemente a las autoescuelas, porque los padres vienen muy enfadados por la tardanza en ir a examen porque piensan que es un problema de la autoescuela y no es así».

«Faltan recursos. La población crece mientras la administración no», dice Carles Oliver desde la asociación de autoescuelas

Tal es el drama para sacarse el permiso de conducción en Tarragona que la situación ha llegado recientemente al Congreso de los Diputados. En una respuesta a una pregunta de la diputada de ERC, Inés Granollers, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska explicó que la cifra de suspensos ha provocado que se realicen más exámenes en Catalunya, a pesar de los esfuerzos del Gobierno para aumentar el número de examinadores y reducir la lista de espera.

Actualmente, más de 7.000 personas en la provincia de Tarragona están a la espera de obtener el permiso. En Catalunya la cifra llega a los 80.000 aspirantes.

Algunas autoescuelas denuncian que los plazos de espera desmotivan a los estudiantes

Pujol lamenta que «a veces tenemos que hacer una función que no nos toca, de seleccionar a los mejor preparados, porque sabes que van a aprobar y de alguna manera ya colaboras a descongestionar, pero no está bien, porque todo el mundo tiene derecho a ir examen si quiere».

Juana Fernández, gerente de Autoescola Prim, en Reus, confirma que «los alumnos se desesperan porque están listos para ir a examen y no pueden, tienen que esperar más de tres meses y eso es demasiado tiempo».

Perder las ganas y el ritmo

Eso obliga a que los centros intenten ir haciendo clases hasta poco antes del test para que los estudiantes no pierdan el ritmo ni la práctica por esa inactividad. «Es algo que tenemos que gestionar ahora», aclara Fernández.

Carles Oliver, presidente de las autoescuelas en Tarragona, cree que «es una cuestión de falta de recursos y de aumento de las necesidades, porque la población crece pero la administración no».

«Hay poquísimas plazas y muchas solicitudes», lamenta
Carlos Trujillo, 
secretario de la Associació d’Autoescoles de Tarragona

Aaron Sabat, vocal de la asociación de autoescuelas, cifra el colapso en tres meses para el teórico y cuatro para el práctico. Tal es la demora que ya no es extraño que, en algunos casos, caduque el plazo de dos años que hay para aprobar el práctico una vez se supera el teórico. «Si tienes que esperar cuatro meses entre exámenes, digamos que acabas teniendo seis oportunidades para el práctico. Y tenemos alumnos a los que les cuesta más, acumulan suspensos, se les caduca el plazo y tienen que volver a empezar», apunta Sabat.

Este profesor cree que se junta «una alta demanda con una falta de oferta de personal examinador». Según expone, de 27 plazas en Tráfico, solo hay cubiertas nueve, y en algunos casos «hay examinadores que están haciendo labores administrativas».

Sabat lamenta que «la ratio de plazas asignadas a la jefatura de tráfico es la que se hizo hace 40 años, con todo lo que ello comporta» y cree que «ni los refuerzos puntuales que pongan pueden solucionar un tapón tan grande como el que hay».

Actualmente en la provincia se examina un día a la semana en tres zonas Tarragona, Reus y Tortosa. Dado que los mismos examinadores del práctico cubren también el teórico, el margen es escaso para ampliar jornadas de test sin que ello repercuta en las pruebas prácticas. «Es el pez que se muerde la cola», apunta Sabat, apesadumbrado por la afectación en el día a día de su centro: «No puedes dar un buen servicio y la clientela lo paga contigo. Todo son presiones y todo el mundo tiene prisa. No todo el mundo se saca el carné por gusto. Muchas personas lo hacen por necesidad, por trabajo. De hecho, la gente se apunta cuando lo necesita. Antes era a los 18 y ahora es más hacia los 24 o los 25, cuando detectan que les hace falta».

Dado que hay un límite de 25 ordenadores en el aula donde se realiza el examen, algunas autoescuelas han pedido que se recuperen los test en papel para dar cabida a más aspirantes o que sean otras personas, y no examinadores, los que se responsabilicen de la tarea de supervisión de los test.

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