Tarragona

Crisis habitacional

"Pagar un alquiler en Tarragona es imposible. Solo me puedo permitir una habitación"

Mario viene a Tarragona a trabajar desde León y no encuentra vivienda. Nerea y Reda no pueden acceder a un piso entero. Los precios y la escasez de oferta afectan a todos, de profesionales cualificados a personas que solo pueden aspirar a una habitación

Nerea Valencia, ante una inmobiliaria. Tiene que vivir en una habitación de alquiler porque no puede pagar un piso entero.

Nerea Valencia, ante una inmobiliaria. Tiene que vivir en una habitación de alquiler porque no puede pagar un piso entero.Àngel Ullate

Raúl Cosano
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Mario es un ingeniero informático de León que se traslada a vivir a Tarragona por motivos laborales. Lleva tres semanas buscando un piso de alquiler, sin suerte. «Me está costando mucho. Existe muy poca oferta y la que hay sobre todo es de alquiler de temporada. Yo estoy buscando algo permanente», admite.

A pesar de tener un contrato fijo indefinido y un sueldo relativamente alto en un sector solvente y de garantías, la escasez de producto inmobiliario lastra su búsqueda. «Veo que a partir de 1.000 euros sí que hay bastantes opciones pero para mí es demasiado, yo estoy dispuesto a pagar unos 700 o quizás un poco más», explica. El mercado también se pone cuesta arriba para estos profesionales cualificados.

Mario, de 27 años, busca un techo donde residir de manera indefinida, en un intento de no caer en la jungla inmobiliaria de otras capitales. «Yo, en realidad, tengo mi puesto en Barcelona, pero tendré que ir presencialmente en pocas ocasiones. Vivir en Tarragona me permitía estar en un piso solo para mí y, además, en una ciudad más tranquila», cuenta. «Todo vuela. Contactas para preguntar por una casa y ya está alquilada». Por eso, ha optado por venir a Tarragona y rastrear ‘in situ’, aunque durante algunos días tenga que buscar un alojamiento provisional en alguna plataforma como Airbnb.

Todo vuela. Contactas para preguntar por una casa y ya está alquilada", lamenta Mario, que busca piso en Tarragona

Reda trabaja en una hamburguesería de Tarragona. Cobra 800 euros al mes, una cantidad insuficiente para acceder un piso: «Llevo dos años buscando en Tarragona y es imposible. Me he tenido que ir a una habitación en Torreforta, por 350 euros, para no estar en la calle. Seguiré buscando, quiero aunque sea un estudio o un loft para mí solo pero con los precios que hay es imposible. Y los requisitos que te piden los dueños son cada vez más exigentes. Te piden el mes de alquiler y luego dos más y para mí es imposible. Necesito ahorrar un tiempo». Reda, un marroquí de 43 años, también tiene previsto cambiar de empleo en breve: «Voy a ponerme de repartidor en Amazon para ver si puedo ganar un poco más». 

La historia de Nerea Valencia, una tarraconense de 27 años, también está llena de renuncias. Con ingresos pero sin contrato fijo, esta joven ha tenido que dejar el piso en el que vivía en Barcelona. El rastreo de un nuevo hogar en el que alojarse ha sido a la desesperada. «Estoy desesperada. Es muy difícil. Miro por todos los sitios, pero solo hay pisos de temporada, para estudiantes y profesores, y yo busco algo estable», contaba. 

«Lo único que he encontrado ha sido una habitación por 400 euros en Cambrils. La tuve que coger porque ya no podía seguir donde estaba antes y solo tenía esa opción». Aun así, continúa buscando para poder acceder a un piso: «Es complicado porque no tengo un contrato, pero creo que si ahorro mucho dinero y puedo pagar un año por adelantado, por ejemplo, el propietario puede aceptarme».

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