Aquí se trabaja en «la cosa más bonita»

En Topromi atienden a unas 70 personas con discapacidad, anque aquí el acento está más bien en las habilidades. Ayer la Generalitat les concedió una distinción

30 noviembre 2021 20:00 | Actualizado a 01 diciembre 2021 10:23
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«¿Has visto qué cosa más bonita?», pregunta José Ricardo mientras pasa sus dedos por la tapa de un libro. Nos cuenta qué compañero hizo el lomo, quién puso las letras doradas, las piezas que van en las esquinas... Lleva trece años en el taller y dice que el trabajo «me encanta». No quiere escuchar hablar de los meses en que la pandemia les impidió ir a trabajar. «Fue durísimo no venir», admite.

José Ricardo es uno de los trabajadores del Centre Especial de Treball (CET) de la fundación Topromi, entidad de la Fundació Catalunya La Pedrera ubicada en La Canonja. Lo encontramos en el taller de artes gráficas, donde, pese a nuestra conversación, cada uno sigue trabajando con milimétrica precisión.

Nos cuentan que es el único taller de encuadernación que queda en Tarragona. El día que los visitamos están encuadernando, justamente, unos ejemplares del Diari de Tarragona. Y es que, pese al avance de la digitalización, las bibliotecas y otras entidades todavía guardan los diarios, revistas y otras publicaciones en papel.

Otro de los encargos que les hacen con frecuencia es la impresión y encuadernado de tesis. Ya llevan más de 1.500 de universidades y centros de investigación. Elaboran, además, agendas y libretas.

Preparando los cotillones

El taller es parte del CET, que da trabajo a 16 personas con diferentes tipos de discapacidad. Además Topromi incluye también el Centre Ocupacional, donde se atiende a 55 personas con discapacidad pero con mayor grado de afectación, así como la Empresa de Inserción Topromi, que emplea a cuatro personas en riesgo de vulnerabilidad social; en este caso, jóvenes extutelados.

Los ingresos de la entidad, fundada en 1982, vienen en primer término de la Generalitat de Catalunya. También reciben aportaciones de la Fundació Catalunya La Pedrera, pero una parte importante viene de su propio trabajo, así que están en una búsqueda constante para adaptarse al mercado.

Así pues, el recorrido, de la mano de su directora, Eva Calvés, sigue por el servicio de digitalización documental, donde saluda al trabajador en lenguaje de signos.

Continuamos por la sala de ‘manipulados’, donde ya se nota que se acerca la Navidad. Preparan los cotillones que han creado junto con la cooperativa El Far. Todo se ha gestado en el mismo Topromi, comenzando por el diseño, realizado por los usuarios del Centro Ocupacional. No contienen plástico y son reutilizables y pronto estarán a la venta en los Abacus de Tarragona y Reus, así como en diferentes librerías y tiendas.

Centrarse en la capacidades

Sin salir del edificio vamos al Centre Ocupacional, donde encontramos a Esther, psicóloga, trabajando con un usuario con el sistema PECS (Picture Exchange Communication System). Practicando acciones a priori sencillas, como identificar formas y colores, pero que, nos explican, son la base para comunicarse con personas que no tienen otras formas de lenguaje... No hay prisa, así que cada pequeño triunfo se celebra.

La clave, explica Calvés, es centrarse en cada persona. La concepción es sencilla: más allá de la discapacidad todos tenemos capacidades y habilidades y esas son las que hay que potenciar.

Aunque los usuarios del centro ocupacional tienen mayor grado de discapacidad, aquí todo el mundo está concentrado en una labor. Un grupo está pintando con mimo un cartel de Frida Kahlo y más tarde irán a cuidar del huerto. Ya han tenido arteterapia y mañana la terapia será con animales... La actividad no para y, cuando salimos, volvemos a toparnos con las palabras pintadas a la entrada del edificio: «Especial para ti...».

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