Ballesteros agradece el carillón a los Reyes Magos en Tarragona

Melchor, Gaspar y Baltasar recorren las calles llenas de Tarragona y renuevan su cita anual con las ilusiones de los niños y niñas... y también de los adultos 

05 enero 2019 23:45 | Actualizado a 05 enero 2019 23:54
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Un año más, Melchor, Gaspar y Baltasar no faltaron a la cita con los tarraconenses y la ciudad volvió a vivir una noche de esas que estalla la unanimidad y todos los ciudadanos se transforman en monárquicos acérrimos.

Los Reyes Magos de Oriente cumplieron con su cita y llegaron, ayer sábado por la tarde, para iniciar a su recorrido por el centro de Tarragona, donde un público mayormente familiar les estaba esperando desde hacía horas. 

«Hemos trabajado mucho para traer todos los regalos que nos habéis pedido», manifestaba el Rey Melchor, al mismo tiempo que apuntaba que, «nuestro propio deseo es que en noches como la de hoy haya regalos y paz en todas las casas». 

Como en ediciones anteriores, el Serrallo fue el punto de encuentro de Sus Majestades con la multitud que les esperaba, impaciente, su llegada por mar. El descenso de los magos de Oriente fue puntual y poco después de las seis de la tarde, el barco que transportaba a los Reyes y su séquito amarró delante del Teatret del Serrallo.

Su descenso se completó con música de fanfarria y el comité de bienvenida encabezado por el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, y el presidente de la Autoritat Portuària, Josep Maria Cruset. Ambos se sumaron a los deseos de los Reyes para la ciudad de Tarragona y manifestaron que, personalmente, su carta a los monarcas de los regalos incluye «mucha salud, optimismo y prosperidad».

La portavoz del gobierno municipal, Begoña Floria, fue la encargada de leer el manifiesto de bienvenida a los Reyes, con un mensaje que pedía, para el conjunto de la ciudad, «mucha imaginación, perseverancia y algo de paciencia». 

Pero los protagonistas absolutos de la noche no fueron los deseos de alcance municipal, sino las miles de peticiones individuales de los niños y niñas que aguardaron durante horas la llegada de los monarcas de Oriente con un nivel máximo de expectación e impaciencia. «Mamá, mamá! Ya está aquí Baltasar, es mi preferido!», exclamaba, nerviosa, una niña que asía la mano de su madre mientras observaba, parapetada bajo su gorro de lana, el descenso de los Reyes en el muelle del barrio marinero de Tarragona.

Las manos extendidas para estrechar las de Melchor, Gaspar y Baltasar y las ansias para recoger los caramelos sin gluten que los monarcas agitaron durante todo el camino —en total se calcula que se que arrojaron 2.500 kilos de pequeños dulces— fueron imágenes constantes durante todo el recorrido real a través de las calles de Tarragona. 

La ruta de la ilusión 

Eran poco más de las seis de la tarde cuando los Reyes Magos de Oriente llegaban a Tarragona, para empezar un recorrido que unió varias calles de la Part Baixa hasta llegar a la plaça dels Infants, donde Sus Majestades recogieron las carrozas para seguir su recorrido hasta la Rambla Nova y la plaça de la Font, donde les esperaba una multitud. Los magos de Oriente llegaron a pie, escudados por su séquito y flanqueados por agentes de la Guardia Urbana motorizados.

Tres tronos en el escenario

En este punto del recorrido les aguardaban tres tronos en el escenario ubicado en la puerta del Ayuntamiento, decorado con un mapping que proyectaba imágenes navideñas y coloridas. En este punto, el alcalde de Tarragona tomó la palabra de nuevo para preguntar a pequeños y mayores si se habían cumplido los méritos y para agradecer personalmente a Gaspar, Melchor y Baltasar sus regalos.

«Estamos muy agradecidos de poder comprobar que los Reyes nunca faltan a su cita y este año nos han regalado, entre otros, un carillón y una gran fiesta de fin de año en la plaza Corsini», manifestó el alcalde, que pidió como deseo para este año que empieza que «termine la lacra de la violencia contra las mujeres». 

Acto seguido, Ballesteros entrego a los Reyes Magos las tres llaves que permiten entrar en todas las casas y balcones de Tarragona, en un gesto simbólico que puso punto y final a una de las citas anuales más queridas por una ciudadanía que, por una vez se muestra de acuerdo. La noche del cinco al seis de enero, todos los hogares se vuelven profundamente monárquicos. 

Ponent recupera la cabalgata ocho años después 

Más vale tarde que nunca. Esto es lo que, a buen seguro, pensaron muchos de los vecinos de la zona de Ponent de Tarragona, que ayer tarde disfrutaron, años después, de la cabalgata de los Reyes Magos que enlazó  el Mercat Municipal de Torreforta con la residencia de Ponent.

La ruta se inició a la hora prevista, a las cinco de la tarde, en medio de la expectación de los vecinos que estaban deseosos por encontrarse con la que había sido una de las celebraciones más queridas del barrio. 

Las expectativas no fallaron, ya que tanto el Trenet Turístic de la ciudad como la Escuela de Danza Sinhus —-cuyos integrantes vestidos de Papa Noel fueron  los encargados de abrir la comitiva a ritmo de baile— demostraron como, casi siempre, las aportaciones de proximidad dan la calidez y el carácter necesario para que estas celebraciones sean un éxito.

Los Reyes Magos de Ponent llegaron a a lomos de una calesa de caballos y también de dos coches; un Buick rojo y un Renault Caravelle blanco que transportaban a los magos. 

La ruta unió el trabajo de las entidades ciudadanas del Pilar-Eixample, Progressista de Torreforta, Riu Clar, Zona Esportiva de Campclar, Torrenova y La Granja.«Gracias a la renovación generacional de las asociaciones hemos podido plantear la idea de recuperar la tradición», explicaba hace días la responsable de la Associació de Veïns del Pilar-Eixample, Cristina Berrio, que se mostraba «satisfecha», por el éxito de la ruta.

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