Contactos con siete pastores para limpiar el Pont del Diable

El Ayuntamiento está estudiando las necesidades logísticas para la implantación de los rebaños, mientras explora vías de negocio alternativas que involucren al comercio y al turismo

21 marzo 2021 20:50 | Actualizado a 22 marzo 2021 06:20
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El Ayuntamiento de Tarragona ha mantenido contacto con siete pastores para estudiar la implantación de un rebaño de cabras que se haga cargo de la limpieza del sotobosque de la Anella Verda. El proyecto lo lidera el área de Medi Ambient y fue en una rueda de prensa del concejal de esta cartera, Xavier Puig, el pasado 1 de diciembre, cuando se daba a conocer la idea, en el marco de la presentación de unas tareas de limpieza en la finca del Pont del Diable. El eco que despertó el anuncio en los medios, tuvo una repercusión entre los posibles interesados, que ya han empezado a hablar con el Ayuntamiento para explorar las posibilidades de hacer aterrizar el proyecto.

El Ayuntamiento está estudiando y valorando «cómo pueden operar» los rebaños a partir de las conversaciones mantenidas con los pastores. «Una cosa es el interés y otra que podamos establecer unas condiciones que les permitan que vengan y que puedan mantener un modus de vida en la Anella Verda, que es de lo que se trata», explica el concejal de Medi Ambient, Xavier Puig. Algunos de los aspectos que se valorarán son necesidades logísticas como abrevaderos o la habilitación de una masía abandonada, como un establo para los animales.

Los interesados responden a dos perfiles. Por un lado, los que no tienen rebaño y estarían dispuestos a empezar desde cero, o los que sí lo tienen. En principio, el Ayuntamiento se decantaría por esta segunda opción. «Nos supone menos inversión ya que tan solo nos obliga a acondicionar los espacios, por lo que apoyamos esta línea por una cuestión de eficiencia», indica el tercer teniente de alcalde.

La finca experimental será el Pont del Diable. Es un espacio que ha sido limpiado por un equipo de dieciocho personas de un plan de ocupación, que se ha encargado de la gestión forestal. «Tiene sentido que se acabe implantando un rebaño que nos ayude a hacer el mantenimiento, que nos ahorrará tener que hacer una limpieza más costosa con equipos humanos», indica Puig. En algunos municipios que ya funciona se conocen como cabras bomberas, por la función que hacen cuando se alimentan y que ayuda a prevenir incendios.

Economía circular

Sin embargo, la administración local se plantea que alrededor de estos rumiantes gire un proyecto con el carácter de economía circular, que permita que «uno o dos pastores puedan ganarse la vida con esta actividad, que la Anella Verda tenga cada vez más extensiones cubiertas y que pueda haber una economía alrededor de la explotación de estas cabras», argumenta el edil republicano. El objetivo es que, más allá de entrar a formar parte del paisaje identitario del Pont del Diable, pueda revertir también en la economía del municipio y que sectores como el cárnico y la gastronomía se impliquen en la iniciativa. El escenario final es que permita la explotación de una marca asociada a la cabra de la Anella Verda. «La idea es que podemos buscar formas e implicar a otros sectores para buscar un producto nuevo, que no nos inventamos y que será de la ciudad», expone Puig. Áreas como Comerç y Turisme también deberían acabar involucrándose.

No hay un calendario ni una concreción de los tiempos, ya que antes tendrá que abrirse una concesión. No obstante, en verano acabarán los trabajos que se están haciendo en la finca del Pont del Diable. «Estamos en una fase embrionaria, pero hay una secuencia lógica y es que en verano acaba la actuación que se está haciendo en el Pont del Diable y tiene interés que no dejemos pasar mucho tiempo para la implantación de las cabras, porque sino después ya no tendría sentido», sigue explicando.

El Ayuntamiento da los primeros pasos para la gestión forestal de su cinturón verde. Un aspecto sobre el que entidades ecologistas como el Gepec hace tiempo que insisten, a causa de la gran masa forestal acumulada y la proximidad con la población y la industria. No obstante, Toni Bara, biólogo y miembro de este colectivo, hacía público recientemente un estudio sobre las fortalezas y debilidades de la Anella Verda desde el Francolí al Gaià, en el que precisamente hablaba del pasturaje. Según dice, las cabras o ovejas «siempre suponen un riesgo importante para la regeneración de muchos sectores del encinar potencial» lo que puede suponer un «sobrepasturaje» del sotobosque.

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