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El Centre Penitenciari Obert (CPO) de Tarragona no entrará en funcionamiento hasta el año 2023, en el mejor de los casos. Según fuentes de la Generalitat, la aplicación del artículo 155 –en 2017– y la pandemia han retrasado unas obras que tenían que terminarse a finales de este año. El edificio, que albergará internos en régimen de tercer grado, está ya en construcción y en estado bastante avanzado. Pese a ello, cabe tener en cuenta que se trata de un equipamiento penitenciario, donde los mecanismos de seguridad son complejos, costosos y laboriosos. De aquí que el plazo de ejecución sea mayor que en unas obras normales y corrientes.
El calendario que maneja el Departamen de Justícia de la Generalitat es que en noviembre de este año, la estructura del edificio esté lista. Será entonces cuando se llevarán a cabo los trabajos del subterráneo –donde está previsto que se instale el archivo– y de la urbanización del entorno. El ente autonómico trabaja con la idea de que esto esté acabado a finales del año que viene. El último paso, y no menos costoso, será la equipación del edificio, es decir, poner a punto el mobiliario y los sistemas de seguridad necesarios. Para estos trabajos, la Generalitat asegura que se necesitarán «unos meses».
Por lo tanto, estamos hablando de que el nuevo Centre Penitenciari Obert no funcionará ni este año ni el que viene, tal como se habían comprometido algunos representantes políticos. En el mejor de los casos, el polémico equipamiento estará listo en el año 2023. Fuentes de la Generalitat insisten en que «el retraso no es significativo» y aseguran que no hay ninguna novedad respecto al proyecto inicial.
La Generalitat adjudicaba a principios de noviembre de 2019 las dos primeras fases de obras del CPO, que se ubica al lado de la actual comandancia de la Guardia Civil. La primera fase, valorada en 2,35 millones de euros, incluye la construcción de la estructura general del edificio. Los trabajos tenían que empezar en diciembre de 2019, pero no fue hasta finales de enero de 2020 cuando llegaron las máquinas al lugar. Después, ya vino la pandemia y las obras estuvieron paradas durante unos meses. La segunda fase consistirá en los acabados interiores y las instalaciones, por un importe de 6,8 millones. El coste total del CPO estaría entorno a los 9,5 millones de euros.
Único en toda la demarcación
El Centre Penitenciari Obert está expresamente diseñado para el tratamiento de los internos de tercer grado, que actualmente cumplen condena en la antigua prisión de la ciudad, en la avenida República Argentina. El nuevo equipamiento tendrá capacidad para 150 internos y será el único en toda la demarcación.
El edificio tendrá una superficie de 6.120 metros cuadrados y ocupará cuatro plantas con despachos, espacios comunes y 72 habitaciones, cinco de las cuales estarán adaptadas a las personas con movilidad reducida. Las habitaciones estarán distribuidas en tres módulos de hombres, uno para las mujeres y otro para los jóvenes. El centro incorporará medidas de mejora energética, como por ejemplo la instalación de paneles solares para la producción de agua caliente.
