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Por primera vez, un pleno municipal del Ayuntamiento de Tarragona no se llevará a cabo en el Saló de Plens. Después de suspender la sesión telemática que debía llevarse a cabo el pasado 20 de marzo, finalmente será pasado mañana cuando los 27 concejales que este mandato ostentan la representación municipal entrarán en la historia para convertirse en los primeros ediles que participarán en un pleno virtual de la Plaça de la Font.
El camino para poder llegar hasta la esperada sesión 2.0 no ha sido fácil. Para ello, después de que el pasado 15 de marzo se decretara el estado de alarma, fue necesario convocar un pleno extraordinario para poder aprobar –el día 16– una modificación del Reglament Orgànic Municipal (ROM) para abrir la puerta para poder participar en un pleno vía telemática. Se dio la circunstancia, sin embargo, que fue necesaria la presencia física de los ediles –entre los cuales estuvo presente Sonia Orts, de Ciutadans, que el pasado viernes dio positivo por coronavirus– para tirar hacia adelante el acuerdo.
Sin embargo, el día 18 el alcalde Pau Ricomà (ERC) decidió suspender la sesión, ya que no debía tratar ningún tema urgente, por lo que se esperó a conocer si se prorrogaba el confinamiento para tomar una decisión definitiva. Ahora, con la ampliación del estado de alarma hasta –como mínimo– el día 11, se ha decidido impulsar el pleno tecnológico. A lo largo de los últimos días, tal y como se ha podido ver en las redes sociales, tanto el gobierno municipal como el gabinete de crisis como los portavoces se han reunido de manera telemática, esto sí, sin que se levantara acta.
Hoy, prueba definitiva
Con la vista puesta al viernes, está previsto que hoy se lleve a cabo una última prueba entre todos los concejales para que los técnicos el nuevo programa informático para garantizar, de esta manera, la viabilidad de la sesión. Para ello, ha sido necesaria la adquisición de una nueva herramienta, cuyo coste de uso es de 800 euros por sesión. La previsión es la de pagar en dos ocasiones, tanto en la de pasado mañana como en la del 24 de abril. Se espera que para el pleno de mayo este programa ya no sea necesario, por lo que el gasto será de 1.600 euros. Este pago es la única vía para poder realizar los plenos, ya que los otros programas o bien solo permitían un máximo de cuatro participantes, o bien solo garantizaban 40 minutos con más gente. Se da la circunstancia, sin embargo, de que en las pantallas de los ediles solo saldrán 25 de los 27 concejales. El control se realizará desde el área de Intervenció.
Aval unánime
La puesta en marcha de los plenos telemáticos cuenta con el aval de las formaciones políticas. «Es una medida necesaria y fruto de la situación excepcional, así como del avance de la tecnología. Pero en cuanto haya garantías de seguridad, siempre desearemos volver al pleno presencial», afirma Rubén Viñuales (Cs).
Dídac Nadal (Junts) intenta ver el vaso medio lleno. «Siempre hemos apostado por un cambio, y esta es una de las muchas medidas que hay que poner en marcha para conseguirlo. Aunque las circunstancias son muy tristes, el hecho de poner en marcha comisiones, plenos y que se permita el voto telemático es una de las cosas buenas que podemos sacar de esta crisis», considera. Laia Estrada (CUP) también da el OK, si bien lamenta que en el orden del día del viernes «no sirva para resolver cuestiones que sean inaplazables y esenciales para la gestión de la ciudad»
Finalmente, José Luis Martín (PP) recuerda que la vía telemática «ya la propusimos el viernes 13 y, no obstante, el alcalde nos convocó presencialmente en un pleno el lunes 16», por lo que ahora le parece «bien» que «el gobierno haya rectificado».
