La ciudadanía conoce las entrañas del pont mòbil

Éxito rotundo de la primera jornada de puertas abiertas de algunas instalaciones del Port de Tarragona, coincidiendo con su 150 aniversario

02 marzo 2020 08:50 | Actualizado a 02 marzo 2020 13:46
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El sábado 6 de noviembre de 1999 se inauguraba el Pont Mòbil del Port de Tarragona. Alrededor de 10.000 personas no quisieron perderse el espectáculo que ofreció el grupo Comediants y que les permitió conocer de cerca una infraestructura que ha supuesto un antes y un después en la historia del Serrallo y, por ende, de toda la ciudad. Más de veinte años más tarde, ayer los tarraconenses tenían de nuevo la oportunidad de acercarse hasta este mismo punto. Lo hacían en el marco de las jornadas de puertas abiertas para conocer algunos de los rincones del enclave tarraconense, que está sumergido en la conmemoración del 150 aniversario de su constitución.

A las once de la mañana empezaba la segunda de las tres visitas que tenían lugar a lo largo de la mañana de ayer. Un grupo de 25 personas atendía a las explicaciones que hacía el propio presidente del Port, Josep Maria Cruset, que ayer sumaba a sus funciones la de guía. La visita empezaba en la torre de control desde la que antiguamente se operaba esta estructura. Ahora las órdenes se dan desde el centro de control de la Policia Portuària.

Cruset ponía en situación a los allí presentes. En el último año el Port de Tarragona movió más de 33 millones de toneladas de mercancías. Los graneles sólidos suponen prácticamente un tercio del total. Y de estos diez millones de toneladas la mitad son cereales que se transformarán en pienso. «Es el equivalente al peso de setenta millones de personas», detallaba Cruset. Y esto se traduce en un tráfico de unos 800.000 camiones al año que entran y salen del puerto. «El Moll d’Aragó mueve un promedio diario de 1.500 camiones que antiguamente pasaban todos por la ciudad, con las molestias que suponía para los vecinos», apuntaba el presidente del Port de Tarragona. Estos vehículos no tan solo transportaban cereales. También carbón, con todo lo que implica. Y la presión que ejercieron los serrallenses hizo que el puerto decidiera afrontar la conexión entre los muelles de Lleida y Reus, separados por una distancia de a penas un kilómetro y medio.

La solución que se adoptó fue la construcción de este puente de 196 metros de longitud, de los cuales 103 están cubiertos por dos hojas móviles que permiten la entrada y salida de los grandes barcos.

La segunda de las paradas era la sala previa de acceso al interior del puente. Allí está la parte eléctrica y las cámaras de seguridad. Los visitantes podían ponerse en situación antes de constatar con sus propios ojos cómo empezaba a moverse este gigante de 86 toneladas de peso. El olor a pienso delataba cuál es la mercancía que transportan la mayor parte de los camiones que cruzan esta infraestructura. Y en poco más de dos minutos y medio los allí presentes pudieron comprobar cómo se completaba la operación. El momento fue largamente inmortalizado con los teléfonos móviles, como también lo fueron las maravillosas vistas de la fachada de la ciudad que pueden verse desde la parte superior de la estructura, por la que a diario circulan los camiones. Jordi Querol y Alfonso Lacau se recrearon con las fotos. El primero vive en Manuel de Falla y sabe qué significa tener el puerto a escasos metros. Lacau, por su parte, trabaja de guía de cruceros. Ambos sentían «curiosidad» por conocer las entrañas del puente. «Deberían hacerse más cosas así», afirmaban. Aseguraban que lo que más les había sorprendido había sido ver «la carretera en vertical». Una imagen que han visto cientos de veces desde la distancia y que ayer pudieron apreciar desde escasos metros. Al final, la visita se convierte en una oportunidad para interpelar al presidente sobre proyectos como la futura terminal de cruceros. «Es una oportunidad muy buena para conocer qué piensa la ciudadanía», reconocía Cruset.

Las visitas al puerto han despertado pasión. En un primer momento se previeron dos grupos de 25 personas. Ayer se hicieron tres y hay otras tres de confirmadas para final de mes. Aún así, hay lista de espera.

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