La nueva EMT quiere bicing y la gestión de los patinetes

Compás de espera Junts y CUP alzan la voz en el pleno pero acuerdan con el gobierno un mayor control de la movilidad sostenible

20 abril 2021 18:10 | Actualizado a 21 abril 2021 05:40
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En medio del compás de espera en el que se encuentran las negociaciones para ampliar el gobierno municipal de la Plaça de la Font –ahora formado por ERC y Comuns, pero al que podrían sumarse Junts y la CUP y abandonarlo En Comú Podem–, este martes las cuatro formaciones han hecho frente común –junto con el PSC– para afrontar, a instancias de una moción cupaire, la «inseguridad» que ha comportado la implantación de los patinetes eléctricos en la ciudad, así como paliar las «medidas insuficientes» que se han aplicado hasta la fecha para favorecer «la cohesión» del nuevo modelo de movilidad.

Justo el mismo día en el que se ha hecho público que el operador de patinetes Dott –con sede en Amsterdam, Londres y París– prepara su desembarco en Tarragona, según informó la Agència Catalana de Notícies (ACN), el Saló de Plens telemático ha aprobado un texto en sentido contrario. De hecho, la propuesta de la CUP avalada por ERC, Comuns, Junts y PSC propone que el Consistorio «estudie la viabilidad de internalizar el servicio, una vez hayan finalizado los contratos vigentes con las empresas que lo gestionan». En el documento se justifica esta decisión en el hecho de que «la implantación de la movilidad sostenible no debería pasar por la explotación privada, ya que se trata de finalidades lucrativas y no de una apuesta estratégica», por lo que se considera que «la administración municipal debería apostar por la implantación de un servicio público de patinetes y bicicletas» enfatizó Inés Solé (CUP), quien resalta que «la inmediatez no debe ir reñido con hacer las cosas bien».

El concejal de Urbanisme, Xavier Puig (ERC), reconoce que el proceso para «implantar un cambio de movilidad en poco tiempo» requiere de «campañas formativas» que se harán en las próximas semanas, y se muestra partidario de que «si la DGT pidiera un permiso tendría todo el sentido del mundo».

Críticas de Nadal

Más allá de los patinetes eléctricos, que ya cuentan con 1.500 plazas en la ciudad, la voluntad expresada ayer en el plenario apunta a la posiblidad de que el Ayuntamiento «estudie la posibilidad de implementar un servicio de bicing municipal». Antes, Puig es partidario de culminar el proyecto para que «no pase como en el pasado», ya que «ahora queremos que los carriles que vengan de un sitio y vayan a otro, como el que haremos en Pere Martell o el de Llevant hasta Altafulla».

Dídac Nadal (Junts) pide al ejecutivo local –del que podría formar parte en breve– que «no le dé miedo el urbanismo efímero» para impulsar los nuevos sistemas de movilidad, y denunció que las primeras medidas que se han llevado a cabo «no cuentan con una base previa para garantizar la seguridad de los peatones», en lo que fue una clara crítica a Esquerra Republicana.

Para gestionar todo este paquete, que se integrará en una nueva Ordenança de Mobilitat y una actualización del Pla de Mobilitat Urbana Sostenible acordada a instancias del PSC, gobierno y oposición apuestan por la nueva empresa que nacerá de la fusión entre la EMT y Aparcaments, que será una realidad en julio. El objetivo es que la financiación del servicio de Bicing y de los patinetes eléctricos se logre «de la recaudación de los aparcamientos soterrados y en superficie». Se trata, pues, de un pacto para impulsar la transformación a largo plazo la movilidad de la ciudad. ¿Puede ser una de las bases para coser un nuevo acuerdo de gobierno? En pocos días se dictará sentencia.

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