La quinta ola se salda en Tarragona con récord de contagios entre niños

Unos 1.400 menores de 10 años se han infectado desde junio. La evolución general es muy positiva. Esta oleada deja las mayores cifras de ingresos, a las puertas de la vuelta al cole

06 septiembre 2021 11:55 | Actualizado a 06 septiembre 2021 14:18
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Más de 5.100 niños se han infectado de SARS-CoV-2 en la pandemia en Tarragona. Casi un 30% de ellos se ha contagiado en los últimos dos meses, en un ola veraniega imprevista por las autoridades sanitarias que ha cabalgado básicamente sobre franjas jóvenes y que también ha afectado a adolescentes y a niños. Ninguna ola como la actual, ya claramente en retirada, ha acabado afectando tanto a los niños, uno de los grupos más claramente diana por no estar protegido por la vacuna. El impacto es bajísimo: menos del 1% ha sido hospitalizado y un 0,05% ha acabado en la UCI, con una letalidad que apenas roza el 0,005%. 

En Tarragona, por ejemplo, no hay ningún fallecido de entre 0 y 9 años en todo el acumulado de la pandemia, aunque sí hay dos en el segmento de 10 a 19. 

Aun así, hay que tener en cuenta el elevado número de positivos. Los más de 1.400 casos registrados, según datos oficiales de Salut, entre julio y agosto son todo un récord que no se vio en toda la pandemia, ni siquiera en la segunda ola, entre octubre y noviembre, cuando tuvo lugar el inicio del curso pasado. El volumen de positivos ha sido la principal diferencia con otras olas, no porque el virus sea peor en esos segmentos, sino porque tomaban parte de un grupo con especial susceptibilidad para infectarse, en tanto que no estaban protegidos por una vacuna que no elimina la posibilidad de transmisión pero sí la reduce. 

Hasta en la UCI

Este nuevo envite ha generado también más ingresos que nunca. Ha llegado a haber en Tarragona hasta tres personas de la franja de 0 a 9 años. Durante el verano se ha necesitado el ingreso en UCI, durante varios días, de un niño, según el balance del Departament. Estos mismos días ha habido una persona de esa franja de edad, la más reducida, con necesidad de hospitalización. Son estadísticas muy bajas en comparación con los otros segmentos, aunque son cifras récord en comparación con los otros momentos de la pandemia donde la población infantil no resultó tan afectada. 

«Los niños ingresan más por prevención pero la recuperación suele ser rápida»
Òscar Ros. Vocal relaciones institucionales Col·legi de Metges de Tarragona

Niños y niñas (se infectan ambos sexos casi a la par en Tarragona) desarrollan un curso clínico mucho más leve, con una sintomatología generalmente más difusa y menos específica, con una mayor prevalencia de episodios gastrointestinales. «Siempre ha habido algún niño ingresado, pero más por prevención. No suele haber problemas y la recuperación suele ser rápida en una inmensa mayoría de casos», expone Òscar Ros, vocal de relaciones institucionales del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COMT). 

A pesar de ello, la variante Delta ha traído un común denominador para mayores y pequeños, que ahora presentan más mocos y sensación de nariz tapada, entre otros síntomas que se asemejan más a la gripe. «Que los niños no sufran tanto las hospitalizaciones es muy positivo, pero no hay que olvidar que la Covid-19 persistente es un problema grave. En el Reino Unido están montando 15 hospitales por eso, no es ninguna broma en ninguna franja de edad y por eso hay que ser cautos», admite Álex Arenas, epidemiólogo y Catedrático de Ingeniería Informática y Matemáticas en la URV. 

Todo ello sucede en la reactivación de la movilidad y a las puertas del inicio del curso escolar, un nuevo desafío en la pandemia, en la medida en que puede complicar la situación. «Es muy probable que haya transmisión en los colegios. Me preocupan los menores de 12 años que no tienen acceso a la vacuna», explica Arenas. 

El papel de transmisores

Actualmente se están llevando a cabo estudios para calibrar si en algún momento esos niños, excluidos por ahora de la campaña de inmunización, van a poder inocularse en algún momento. Arenas aventura un «otoño complicado» y una «sexta ola muy probable, aunque no sabemos cuán intensa ni si harán falta más restricciones para controlar o tendremos bastante con la vacunación». 

El papel de transmisores de estos pequeños puede ser determinante, si bien hay que contar este año con la protección de la vacuna para el resto de las franjas, algo inexistente cuando se volvió a las aulas el pasado mes de septiembre. «Cuando hablas de oleadas, a pesar de todo el esfuerzo que se hizo en la educación, en condiciones muy precarias, no puedes sacar a los niños de la educación», comenta Arenas. 

«Que los niños no sufran tantos ingresos es positivo, pero hay que tener en cuenta la Covid-19 persistente»
Àlex Arenas. Catedrático en la URV

Sin embargo, según los datos de Sanidad, los niños tienen mucha mayor probabilidad de contagiarse en sus hogares.  Nueve de cada diez menores de 1 año se infectaron en casa y el 5% en la guardería; en la franja de 2 a 5 años, los porcentajes se sitúan en el 80% y 16,6%, respectivamente. Mientras, en el segmento que va de los 6 a 11 años, en el 83,2% de los casos los positivos fueron en el hogar y el 13,5 % en la escuela; en la de 12 a 15 años, en el 79 % y 16,2 %; y en la de adolescentes de 16 y 17 años, en el 73,1% y 14%.

Con la quinta ola en retirada, los datos muestran el marcado perfil juvenil. Desde finales de junio se han contagiado algo más de 20.500 personas en el Camp y el Ebre. El 55% de ellas tenían menos de 30 años. El segmento de 20 a 29 es el que más positivos ha acumulado en estas semanas, con algo más de 4.600. 

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