La renovación de los vehículos de bomberos, en el aire

La actual situación política de la Generalitat ha provocado que no se haya licitado aún la adquisición de 92 nuevas autobombas para sustituir a muchas que tienen más de 15 años

10 febrero 2018 08:30 | Actualizado a 10 febrero 2018 08:35
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La renovación total de la vieja flota de vehículos autobomba –las cisternas que llevan agua– de los Bombers de la Generalitat tendrá que esperar varios años. El primer paso, que era la compra de 92 vehículos autobomba rural –que sirven tanto para actuar en incendios urbanos como forestales–, no se  materializará como mínimo antes de dos años. El hecho de que la Generalitat de Catalunya esté intervenida y, además que haya presupuestos prorrogados, ha impedido que saliera a licitación la compra. También se está retrasando, y mucho, la mejora de los dos principales parques, el de Tarragona y Reus. En el caso del primero, las obras comenzarán, como muy pronto, el próximo año.

Los momentos de incertidumbre que está pasando actualmente la Generalitat de Catalunya está afectando también a los bomberos, tanto en lo que se refiere a renovación de la flota como a las mejoras de determinados  parques. Si bien el personal continúa trabajando de puertas para adentro, la falta del responsable político impide que las iniciativas se puedan materializar. 

El pasado 12 de julio, la Direcció General de Prevenció, Extinció d’Incendis i Salvaments publicaba la intención de alquilar –por renting– 92 autobombas rurales pesadas. Añadía que la fecha prevista del proceso de licitación era el pasado 16 de octubre. Cuatro meses después, todavía no se sabe cuándo se licitará la oferta, reconocía al Diari la subdirectora general Tècnica, Anna Martín, la responsable del parque móvil. «Vamos un poco retrasados», a la vez que añadía que era «necesidad y voluntad» del Departament licitar el paquete en otoño.

Mientras tanto no llega esta tramitación, desde la dirección general se están haciendo consultas con empresas del sector para ver si están interesadas en presentarse a la licitación. Martín no ha querido dar una cifra sobre cuántas pueden hacerlo, «las habrá», asevera.

Tramitación lenta

Sobre el retraso en la licitación, la técnica del Departament d’Interior reconoce que «la tramitación de determinados expedientes es muy lenta. Son plurianuales y por ello se necesita un  acuerdo de Govern», un gobierno en estos momentos inexistente.

La adquisición de estos 92 BRP supondrá la renovación prácticamente total de todos estos vehículos. En el caso del Camp de Tarragona hay 19 repartidos entre los parques bomberos. «Tenemos más de propiedad que de renting», afirma el jefe de la Regió d’Emergències de Tarragona, Albert Ventosa. Y es que muchos tienen más de 15 años de servicio y más de 150.000  kilómetros recorridos

Los nuevos BRP no llegarán inmediatamente después de la adjudicación del contrato ya que se trata de vehículos que se tienen que fabricar según las especificaciones del pliego de cláusulas. Se prevé que, tras su licitación, los primeros vehículos lleguen al cabo de quince meses. Y es que se entregarán, presumiblemente, en remesas cada tres meses, con lo que se estaría  hablando de entre 2019 y 2020.

De baja

A finales del año pasado, la Direcció General de Bombers tuvo un grave problema con los vehículos. Había muchos de baja y no se contaba con presupuesto para arreglarlos. No se podía pasar ni la ITV ni reparar una rueda pinchada. Albert Ventosa reconoce que hubo picos en que el 20 por ciento de la flota del Camp de Tarragona estaba fuera de servicio. Teniendo en cuenta que los vehículos de transporte de personal son los más nuevos, el porcentaje sería mayor si  se tomara como referencia sólo los vehículos de agua. 

Este contratiempo hizo que se tuvieran que hacer movimientos de vehículos entre parques para que ninguno quedara sin vehículo autobomba. Ventosa asegura que, actualmente, la situación se ha normalizado con el nuevo contrato hecho a principios de año.

Una flota vieja

De los 35 vehículos autobomba que tiene la Regió d’Emergències de Tarragona, el 40 por ciento tiene más de 15 años, reconoce Albert Ventosa. Y es que en los últimos años no se ha producido una inversión en la compra de este tipo de vehículos. 
El objetivo es renovar toda la flota en los próximos años, aunque todo dependerá de los presupuestos y del nuevo ejecutivo catalán. Pero mientras no llega este recambio, la dirección general comprobó vehículos de renting ‘viejos’ que el año pasado se cambiaron por nuevos. Fueron principalmente autobombas, pero también vehículos escaleras y algún ligero para transporte de personal, reconoce Martín.

Pero no solamente ha quedado vieja la flota de autobombas. Los vehículos de transporte de personal (TML) también son bastante antiguos. Hay tres que tienen más de veinte años –están en los parques de Tarragona, Reus y Vila-rodona–. A finales del año pasado se adquirieron cinco vehículos, que fueron destinados al jefe de guardia, al jefe de sector y a los parques más grandes –Tarragona, Reus y El Vendrell–. Y los que tenían estos se destinaron a otros parques con vehículos más viejos, que fueron desballestados. 

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