La residencia de estudiantes de la Rambla abrirá en mayo

Ha sido un proceso largo que empezó hace más de dos años y medio. Sin embargo, la apertura de una residencia de estudiantes en la Rambla Nova de Tarragona está más cerca. Sus promotores aseguran que tan solo les falta la licencia de obras y el permiso de actividad para poder empezar a acondicionar el inmueble e iniciar la actividad. Calculan que, si no surgen nuevos imprevistos, el negocio podrá ponerse en funcionamiento en el mes de mayo. «Nos gustaría que pudiese estar todo listo para los Juegos Mediterráneos, ya que creemos que el servicio que ofrecemos puede ir bien de cara a la ciudad para alojar a los deportistas», asegura su promotor, Íñigo Rosell.

La idea inicial era habilitar el antiguo edificio de la Telefónica –el que hace esquina con la calle Fortuny– como albergue. Una propuesta que no encajó con las observaciones que hizo la administración local y que acabó derivando en lo que finalmente será: una residencia de estudiantes. Pese a ello, su promotor busca dotarla de un carácter muy marcado. «Será una residencia low cost, con un estilo muy metropolitano», argumenta. Y esto describe que se verá principalmente en el mobiliario, que en su totalidad será de diseño.

El negocio ocupará la totalidad del edificio. En la planta baja, donde actualmente hay una tienda de Movistar, se habilitará una cafetería. No será un espacio exclusivo para los clientes de la residencia, sino que será un establecimiento abierto a toda la ciudad. En este caso, su puesta en funcionamiento no será hasta más adelante ya que la compañía acaba el contrato de alquiler en el mes de julio.

En el primer y segundo piso estarán las habitaciones, todas con baño, y que compartirán varias personas. En concreto, cada una tendrá seis camas, excepto una en la que podrán dormir hasta veinte personas. La disposición será en literas y podrán hospedarse hasta 82 personas en el conjunto de la residencia.
En la tercera planta habrá los espacios compartidos, con un comedor, una sala de estar y una habitación para que los jóvenes puedan estudiar. Finalmente, en la cuarta planta está la terraza.

Con servicio de catering
Las instalaciones no dispondrán de cocina para el uso de los estudiantes sino que está previsto que a diario un catering suministre la comida, tanto el desayuno como el almuerzo y la cena. «Todos hemos sido estudiantes y sabemos como acaban las cocinas y más en un sitio así, con tanta gente, por lo que creemos que es mejor que no tengan que preocuparse», apunta el directivo del Grupo Rosell.

El objetivo es que se convierta en una alternativa para los estudiantes

El coste para los estudiantes será de 300 a 350 euros por persona y mes. Un precio al que habrá que sumar las dietas. «La idea es que se convierta en una alternativa para los estudiantes que ya sabemos todos los problemas económicos que sufren», argumenta Rosell. Con el objetivo de que se convierta en una alternativa para los universitarios de la Rovira i Virgili, su promotor ya se ha puesto en contacto con el centro, para dar a conocer el servicio, sobre todo pensando en los estudiantes de Erasmus que llegan a la ciudad.

Cuando el Ayuntamiento de Tarragona dé luz verde definitiva a este proyecto podrán comenzar las obras. Se alargarán por espacio de unos setenta días ya que las plantas son diáfanas y su promotor apunta que la ejecución  será «sencilla».

La inversión aproximada será de 1,2 millones de euros y quiere diferenciarse la oferta de espacios de estas características en la ciudad, apostando por los precios reducidos y la singularidad de las instalaciones.