Los Carmelites descalços recuperan la procesión de Tarragona

Hace más de treinta años que se había perdido esta tradición. Sin embargo, ayer la Verge volvió a bendecir las aguas del Mediterráneo

16 julio 2018 09:34 | Actualizado a 24 julio 2018 19:03
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La Verge del Carme despierta emociones, buena prueba de ello fue la procesión de los Carmelites Descalços, que ayer después de más de treinta años volvía a salir a la calle. «Yo, es que me acuerdo perfectamente de cuando se hacía. En casa aún tengo fotografías», explica Maria Carme Rossell. Vive en la Rambla Nova y había participado en la procesión durante más de diez años. «Es que mí madre era muy devota. Era una auténtica fiesta», asegura.

La familia de Maria Carme Rossell  puede decirse que no empezaba el verano hasta el 16 de julio. «Salíamos desde la iglesia, por la Rambla Nova y hasta el Balcó. Allí bendecía las aguas. En casa no se iba a la playa hasta que la Virgen no había bendecido el agua porque sino decían que podías ahogarte», recuerda.

Ayer, Maria Carme Rossell era una de las mujeres que estaba en las filas de la procesión. Participaron cientos de personas. La mayoría mujeres, que en algunos casos mostraron auténtica veneración llevando a cuestas una talla que nunca había salido a la calle.

Francesc Ferrer, presidente de la cofradía de Nostre Pare Jesús de la Passió es uno de los artífices de que se haya recuperado esta procesión.

Ayer dirigía el encuentro, mientras el prior del convento carmelita, Lean Judes Poulose, se mantenía en un segundo plano. Poulose, junto con Benny Manackaparambil y Stephen Dourav, son los auténticos instigadores que hicieron que ayer la procesión volviera a salir a la calle.

«Se iba de la iglesia del Carme hacía la Rambla y a la vuelta, tal y como se hace en El Serrallo que entran la virgen de rodillas, se subía todo el tramo desde la Rambla a la iglesia también de rodillas», explica Ferrer.

Con el tiempo la tradición se perdió. La última fecha que se recuerda que la procesión se celebró fue en 1977 y los motivos no se conocen muy bien. El seminario perdió actividad y estuvo a punto de cerrar sus puertas. Hasta que llegaron los tres hermanos de los Carmelites Descalços procedentes de Manjummel (India) y pudo evitarse el cierre del convento y de la iglesia.   

«El año pasado ya intentamos recuperarlo y no pudo ser, porque íbamos tarde, pero este año sí», decía Stephen. Los tres monjes llegaron hace tres años. «Faltaban sacerdotes y la casa estaba cerrada. Ahora en el Carme se celebran dos misas todos los días y en verano también en inglés», añade.

Para no coincidir con la procesión que se celebra hoy en el Serrallo, decidieron hacerlo en vísperas de la Mare de Déu. Hoy, en la calle Assalt se celebrarán tres misas. «Estamos para el pueblo de Dios», afirma el padre Stephen.

Acompañados por los arregladores y los músicos de Nostre Pare Jesús de la Passió, el acto empieza a las ocho de la noche en la iglesia del Carme. Poco a poco se forman las dos filas que acompañan a la talla. «Me llegó el whatsapp hace unos días y pensé que estaba muy bien porque después de la Setmana Santa y Corpus aquí ya no hay nada más así», dice una de las asistentes. Whatsapp ha sido la gran herramienta de difusión en los últimos días. Muchos de los asistentes aseguran que se habían enterado gracias a un mensaje de móvil.

En la coca central de la Rambla Nova, la virgen se encuentra con un grupo de seis jóvenes que, vestidos de negro y con una máscara de anonymous, denuncian el maltrato animal. Gritan algunas consignas mientras pasaba la gente. Cuando lo hace la virgen se suman al silencio. Y ésta avanza hasta el Balcó del Mediterrani donde se hace la bendición para proteger a los que trabajan en el mar y a los que han perdido sus vidas entre sus aguas.

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