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Los internos del módulo 1 de la cárcel de Tarragona, presos que están a la espera de juicio o con condenas de pocos años, protagonizaron este sábado día 14 por la noche una protesta desde sus celdas.
Los internos utilizaron papeles varios y mecheros para encenderlos y tirarlos al patio interior del módulo por las ventanas. La queja no causó daños pero si una situación de alerta que duró menos de una hora.
La razón, según han explicado fuentes conocedoras del suceso, sería el coronavirus y la supuesta indefensión y falta de información para evitar el contagio. Otras fuentes, pero, señalan que la ausencia de vis a vis y de entrada de una buena parte de la paquetería dejaría a muchos sin su suministro de drogas o de otros productos.
La protesta terminó poco antes de las 22 horas y no fue necesaria ninguna intervención de los funcionarios, que sí que recogieron después los papeles chamuscados que habían caído al patio interior.
La dirección del centro tiene una hipótesis de que presos y celda se inició la protesta, pero a priori se intentará "hacer la vista gorda" y no sancionar a los instigadores.
Al día siguiente, domingo 15, el director del centro penitenciario de Mas d'Enric, en El Catllar, habló con los reclusos con el fin de rebajar la tensión y nervios por las medidas excepcionales.
Desde el Departament de Justícia se ha explicado que en las cárceles de Catalunya no ha habido "ninguna protesta significativa".
Los sindicatos y los 9 presos que hoy vuelven al Centro Penitenciario Abierto de Tarragona
Las Secciones Sindicales del Centro Penitenciario Abierto de Tarragona, ubicado en avenida República Argentina 2, frente al Corte Inglés, (CSIF, CCOO, CATAC y UGT) ante la grave situación creada por la crisis del COVID-19, y las repercusiones que puedan derivarse del ingreso, en plena situación de confinación domiciliaria, de 9 nuevos internos nuevos procedentes del Centro Penitenciario de Mas d’Enric, hoy día 16 de Marzo de 2020, se ven en la obligación de manifestar lo siguiente:
Desde el primer momento, el objetivo de las organizaciones sindicales ha sido la salvaguarda de la salud e integridad de los trabajadores, sus familias, y los internos que debían ingresar y sus familiares.
Forzar el ingreso de 9 internos en el Centro Abierto de Tarragona, sí o sí, de manera inflexible e irresponsable, en unas fechas concretas en las que el propio Govern de la Generalitat ha indicado que debían ser de confinación extrema de todos los ciudadanos, solo puede ser considerado una irresponsabilidad de los directivos de los servicios penitenciarios.
La posible existencia de un caso de COVID-19 vinculado a un trabajador del centro (pendiente de confirmación) puede comprometer seriamente la salud de todo aquel que acceda al Centro Abierto de Tarragona (trabajadores, internos, familiares, etc.).
La realidad, se diga lo que se diga, es que 9 internos que salieron de Mas d’Enric hace días, deben ingresar en el Centro Abierto de Tarragona el lunes 16 de marzo. Cuando toda la sociedad estaba confinada en sus domicilios, nuestro sistema penitenciario obliga a 9 personas a desplazarse desde sus domicilios (en diferentes lugares de la provincia de Tarragona) hasta el centro de Tarragona, para, una vez realizados trámites innecesarios, volver a confinarse en sus domicilios.
Las organizaciones sindicales, conscientes de su obligación en esta situación de crisis, han ofrecido a la dirección del centro diferentes soluciones para evitar el riesgo de propagación del virus que podría originar el movimiento por el territorio de esas personas, ante la negativa de la dirección del centro.
