Sin operación por falta de ambulancia

Bernarda Castro es una de las usuarias enfadas con el servicio de transporte sanitario. Y razones no le faltan. A principio del mes de mayo, Bernarda, una vecina de Vila-seca, se encontró mal y decidió ir al hospital Santa Tecla de Tarragona. Después de muchas pruebas, la trasladaron a planta. Le diagnostican que tiene un stent –una especie de muelle cerca del corazón, que le implantaron unos años antes– embozado. El día 8 de mayo, según explica su yerno Javier Domingo, «le hacen un cateterismo y se dan cuenta que tiene algunas de las arterias atrofiadas y las coronarias también. Nos dicen que le operaran por vía inguinal, pero que de momento la máquina, ubicada en el hospital Joan XXIII está estropeada».

La operación era compleja y un médico de Barcelona bajaba expresamente a operar a Bernarda el día 15 de mayo. Pero la ambulancia nunca llegó y el médico no pudo operar a la paciente. «Habíamos quedado con la ambulancia a las nueve y cuarto de la mañana. Íbamos con tiempo porque la operación estaba prevista para la una del mediodía. Pero la ambulancia nunca se presentó, lo que significó que mi suegra no pudo operarse y se ha quedado una semana más ingresada, con ataques de ansiedad », explica su yerno. La familia, con  impotencia, pidió explicaciones al hospital, pero nadie les supo contestar qué había pasado.