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Los espacios cardioprotegidos con desfibrilador, tanto de la estación de autobuses de Tarragona como de la parada del autobús urbano de la calle Colom, vuelven a estar operativos y con más medidas de seguridad para evitar los actos vandálicos y su robo . Se trata de la segunda vez que se instala en la estación de autobuses y la tercera vez en Colom, después de que los aparatos, vitales para socorrer a una persona que sufra un infarto, hayan sido objeto de ataques a patadas y golpes de martillo, y también hayan sido sustraidos.
Las nuevas instalaciones disponen ahora de un nuevo mueble más robusto, así como se ha dotado el desfibrilador de un sistema de localización en caso de robo. Igualmente, en el momento en que se retira el aparato del mueble que lo protege activa una llamada automática al 112 y, por último, disponen de cámaras de videovigilancia.
Estas nuevas medidas tienen por objetivo minimizar los actos de vandalismo y evitar los destrozos en el aparato, que tiene un valor aproximado de 1.500 euros.
