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Así se vive la jornada en un CAP tras la Covid

Dos de los principales cambios es que ahora no todos los pacientes son atendidos por el médico y que los psiquiatras y psicólogos se han integrado en la primaria

09 junio 2022 19:23 | Actualizado a 10 junio 2022 07:00
Se lee en 3 minutos
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Son las ocho de la mañana, y el CAP Santa Tecla Llevant abre sus puertas tras un fin de semana largo. La primera paciente en entrar explica que hace dos años que no pisa el centro. «Cosas de la Covid. Hasta ahora todo era telemático», dice. El personal de administración ocupa sus puestos y los médicos y enfermeras se aposentan en sus consultas. Les esperan una media de cuarenta pacientes en una jornada de ocho horas. La actividad frenética no se hace esperar en el equipamiento. Y es que el complejo sanitario de Llevant no solo acoge el centro de atención primaria. También cuenta con despachos de especialistas, con los servicios de rehabilitación y radiología, con un sociosanitario y, finalmente, con una residencia de 60 plazas. No obstante, en este reportaje, nos centraremos solo en cómo se vive una jornada cualquiera en un CAP de la ciudad, teniendo en cuenta los cambios que nos ha traído la pandemia.

Esta Àrea Bàsica de Salut –conocida como Tarragona 4 y gestionada por la Xarxa Santa Tecla– atiende a una población de casi 18.000 personas, la mayoría de ellas vecinas de la zona de Llevant y del Catllar. El ambulatorio atiende, sobre todo, visitas programadas. Las urgencias son para los hospitales y los CUAP –por cierto, en Tarragona ciudad no hay ninguno–. Cuando los pacientes acceden al recinto, antes de dirigirse al mostrador, deben confirmar su cita a través de unas máquinas. No hace falta decir que no entra nadie sin mascarilla. Primera y más visible novedad de la Covid.

Hasta ahora, los pacientes estaban acostumbrados a pedir hora al médico de manera presencial o telefónica. La pandemia ha empujado a actualizar la página web, apostando por un sistema que facilita la citación.

Pau tiene 70 años y su hija le ha cogido hora. Viene a hacer una visita rutinaria al odontólogo, que también pasa consulta en el centro de atención primaria de Llevant. Espera, junto a otras personas, en la sala de espera, sin quitar los ojos de las pantallas. En cualquier momento saldrán las dos iniciales de sus apellidos y un número al azar que, según explican, lo genera un algoritmo. Podrá entrar a consulta.

A parte de los médicos de cabecera y del servicio de odontología, este CAP atiende también consultas relacionadas con ginecología y pediatría. En total hay 12 médicos, 11 enfermeras –dos de ellas pediátricas– y tres auxiliares. Van a turnos, mañana y tardes, y los sábados hay un equipo de guardia por la mañana, por lo que pueda surgir. Al mediodía es cuando las salas de espera se quedan prácticamente vacías.

Selección de visita por motivos

El doctor Santi Borràs, responsable del centro, explica uno de los principales cambios que ha sufrido la primaria en los últimos tiempos. «Una de las cosas que hemos aprendido con la pandemia es que, antes, parecía que solo el médico pudiera atender al paciente. Ahora no es así. Trabajamos en unidades básicas integrales, donde hay médicos, enfermeras, auxiliares y administrativas. Es un equipo. Dependiendo del grado de necesidad y del tipo de patología, atenderá al paciente un profesional u otro». Este nuevo sistema se llama selección de visita por motivos. «Para tramitar una alta, quizás no hace falta que te vea un médico», añade el doctor Borràs, a modo de ejemplo.

Ruth Crespillo, coordinadora de administración del CAP, explica como ha crecido la exigencia entre la gente. «Los usuarios están como enfadados porque han estado dos años sin poder pisar el centro. Deben entender que no fue decisión nuestra», explica Crespillo.

Una de las virtudes de este CAP es que, en el mismo complejo, hay una unidad de diagnóstico de la imagen. Uno de los beneficiados es Manuel, un paciente que requiere de una resonancia. En cuestión de minutos la tiene.

Resultados por teléfono

«Con la pandemia nos hemos dado cuenta de que estábamos haciendo cosas que quizás no eran necesarias. La presencialidad es importante, pero hay jóvenes y trabajadores, que nos agradecen mucho que les entreguemos los resultados vía teléfono. Así no pierden el tiempo en la sala de espera», explica la doctora Carme Nolla, mientras pasa visita a una paciente que ha acudido al médico por un dolor de barriga. Al lado de la consulta de la doctora Nolla, se encuentran dos estudiantes formándose en la especialidad de medicina comunitaria. Todo un éxito teniendo en cuenta lo complicado que es encontrar médicos de familia en estos tiempos.

La organización del CAP es ya prácticamente igual que antes de la Covid. La única diferencia es que, durante la pandemia, se habilitó una especie de carpa al exterior del CAP, donde se llevaban a cabo las pruebas PCR. Todavía se conserva. Los profesionales aseguran que la Covid también ha traído cosas positivas en el día a día de los CAP.

Otra novedad

Otra de las novedades postCovid es la llegada de profesionales de la salud mental en los centros de atención primaria. Los psiquiatras acuden al CAP cada quince días, y los psicólogos una vez a la semana. Es entonces cuando atienden los pacientes derivados de las consultas del médico de cabecera. Se trata de un plan de fortalecimiento de la primaria, impulsado desde la Generalitat. Además, se ha integrado también personal de bienestar familiar –como medida de prevención a los trastornos mentales–, y una dietista. Novedades postCovid que marcan la rutina diaria del CAP.

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