Dos urbanos salvan la vida a un bebé inconsciente en Tarragona que se había atragantado

Los dos agentes realizaron las maniobras de reanimación antes de la llegada de la ambulancia

19 mayo 2017 20:46 | Actualizado a 24 diciembre 2019 22:50
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Manel y Rubén nunca olvidarán la víspera de Navidad de este año. Estos dos agentes de la Guàrdia Urbana de Tarragona se encontraron con una situación que no enseñan en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya, que está en Mollet: atender a un bebé inconsciente y que no respira. Por suerte, los conocimientos que aprendieron en un curso efectuado hace unos meses les sirvieron para que el pequeño recobrara sus constantes, ante la alegría de sus padres.

Sobre la una de la tarde del pasado jueves, la patrulla acudió al centro comercial Carrefour porque había una mujer que estaba alterando el orden. Cuando llegaron ya había una patrulla de Mossos que se hacía cargo de la situación en el área del servicio de seguridad. Un vigilante se acercó para alertarles de que en la línea de cajas había un bebé que se estaba ahogando.

Los guardias acudieron al lugar donde estaba el pequeño. «Cuando llegamos había revuelo alrededor. Allí estaba el padre zarandeando desesperadamente a su hijo, mientras la madre lloraba», recuerda Manel. Mientras su compañero puso al bebé en posición, él miraba que el niño no tuviese nada en la boca para posteriormente ponerle un dedo en la tráquea «para estimularla y que expulsara lo que tuviese dentro». Expulsó gran cantidad de mucosidad. Y el bebé reaccionó inmediatamente.

 

Esperando la ambulancia

Mientras, la madre, por vía telefónica, ya había solicitado la presencia de una ambulancia y hablaba con el personal médico. Cuando el bebé ya respiraba, los agentes hablaron con el médico, quien les dijo que habían actuado correctamente «y que mantuviésemos al niño despierto hasta la llegada de la ambulancia para que no se volviese a atragantar. Y así lo hicimos». Además, el bebé presentaba un estado febril, posiblemente por lo ocurrido y por su resfriado.

Cuando llegó el personal sanitario –con dos ambulancias, una de ellas medicalizada–, estuvo auscultando al bebé, que finalmente fue trasladado al área de Pediatria del Hospital Universitari Joan XXIII. Cuando los guardias se trasladaron al mismo, los padres, que residen actualmente en Tarragona –y además esperan un segundo hijo–, todavía estaban en estado de shock por todo lo ocurrido porque lo que tenía que ser una jornada de compras en vísperas de Navidad estuvo a punto de terminar en tragedia.

 

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