El cielo se asalta por Torreforta

Mitin central en Tarragona. En Comú Podem apeló al barrio, a la periferia, a la lucha antifranquista y al octavo aniversario del 15-M

15 mayo 2019 20:37 | Actualizado a 16 mayo 2019 19:57
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El imaginario podemita acude a los símbolos y toca corazoncitos de la periferia. No podría ser de otra manera en el día –ayer– en que se cumplían ocho años del 15-M, de aquella revuelta en las plazas, hoy destilada y ya en las instituciones. A ello se refirió Jaume Asens, concejal, teniente de alcalde en Barcelona y diputado electo, cabeza de cartel en el mitin central de campaña de En Comú Podem Tarragona. «Somos herederos del legado del ‘No a la guerra’ y el 15-M. Nos decían que nos presentáramos a las elecciones. Así lo hicimos y llegamos a los ayuntamientos», dijo Asens, rostro principal en un evento austero y sobrio ante un centenar de personas en el Centre Cívic de Torreforta. 

El relato ‘común’ bebe mucho de aquella revolución callejera. «Veníamos de décadas en las que se había impuesto el miedo y los derechos se habían mercantilizado», recordó Asens. Pero en ese universo hay otros conceptos claves: periferia, barrio obrero, clase trabajadora, levantarse a las seis de la mañana. Y el lugar era ideal para apropiase de todo eso. Asens habló de la lucha antifranquista, de «barrios populares como Bonavista, hechos por gente llegada desde diferentes comunidades». Àngels Pérez, número 3 de la candidatura, repasó aquellas batallas históricas del extrarradio. «Estamos en barrios construidos con vuestras propias manos. ¿Dónde estaban los políticos que tenían que venir a escucharos? ¿Han ayudado a esa gente de la cultura y el deporte que ha salido de aquí?», apelaba Àngels Pérez.

Discursos así, que remiten a una emoción familiar –y a una militancia de comunistas históricos–, se llevaron aplausos, y algún ‘sí se puede’, el grito de guerra. Asens también tuvo tiempo de sacar pecho de su gestión, en aquellos cielos tomados por asalto de Pablo Iglesias, fructificado eso en 2015 con la conquista de ayuntamientos como el de Barcelona. Asens definió a la alcaldable Carla Aguilar –que no pudo acudir al acto–, como «la Ada Colau de Tarragona», y otra vez volvió el orgullo, en esta ocasión por la PAH. 

«Hemos acabado con las agendas ocultas, que es el lugar en el que aparecen las tramas de corrupción. Hemos acabado con las puertas giratorias con un código ético. Estamos orgullosos de poner multas millonarias a los bancos que tienen los pisos vacíos y de plantarles cara a los fondos buitre», contó Asens, que hasta puso de ejemplo a la Iglesia, «porque hicimos que la Sagrada Familia pagara lo que no había pagado durante años». El rival, en estas lides ideológicas, no es la derecha, sino el PSC, atacado concienzudamente. «Somos la garantía de que no haya un pacto del PSC, que a poco que puede mira a la derecha», auguró Asens. 

Antoni Peco, también en la lista de Tarragona –va de número 6–, ejerció de presentador y dejó ir, con un tono informal, quizás el verbo más duro: «¿Por qué me meto en esto después de 20 años de lucha vecinal? Porque es un proyecto transversal para acabar con el mal gobierno de Ballesteros y sus compinches de la derecha». 

Otra de las urgencias, según los presentes, era «cómo coser la ciudad para que Tarragona deje de ser un gruyère». Patrícia Olivé, funcionaria pública y número 5, también despachó contundencia; habló de «la gran incapacidad del gobierno de Ballesteros», de «la parálisis del Palau d’Esports por no ponerse de acuerdo Generalitat y Ayuntamiento sobre cómo gestionarlo» y arremetió contra los Juegos: «Estamos en una ciudad que apuesta por grandes acontecimientos que no influyen en la vida de las personas». Olivé fue la voz que hizo propuestas más concretas, como un Parc del Francolí fluvial, «no sólo a un lado del río sino también al otro». 

Pero En Comú Podem Tarragona también es ideario. Por eso Carlos Jerez, profesor de Biología en el Institut Pons d’Icart, puso el acento en la lucha contra la homofobia y la transfobia: «A finales de los 90 me fui a estudiar a Barcelona, gracias al esfuerzo que hizo mi familia. Pasé a ser el marica de la clase a vivir en una ciudad diversa donde vi que la diversidad no era un problema sino una oportunidad. La sociedad es diversa y mis alumnos sacan riqueza de eso». Antes, agarrándose de esa complejidad y de los matices, Asens aportó la única mención a Catalunya, también aplaudida: «Queremos que nuestros adversarios políticos salgan de la prisión». 

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