Son la clase de la Cucafera de la Escola Cèsar August y este año cursan P4, es decir, ya no son los más pequeños de la escuela. Y, sin embargo, es nombrarles al Kuais y revolucionarse. Hugo, uno de los niños, recuerda con los ojos como platos que el curso pasado «escuchábamos un ruido y el Kuais aparecía». Biel, por su parte, asegura mientras gesticula con los brazos que lo ha visto pasar «por el cielo... Pero no sabemos dónde ha ido, si a la luna o a otro planeta».
Pero ¿quién es el Kuais?. Angels Castellà, tutora del grupo, nos explica que se trata de un muñeco de trapo de metro y medio, pero que tiene unas características muy especiales; la primera es «que viene de las estrellas». Además, en sus visitas a la Tierra va llegando por partes: un día la cabeza, otro los brazos... Y así hasta completar el cuerpo entero juntando las piezas con velcro; porque la idea inicial del Kuais era enseñar las partes del cuerpo a los más pequeños.
Premio del IMET
Lo cierto es que el Kuais ya iba llegando, como ahora, por capítulos, a los niños de la escuela desde hace años, siempre levantando el mismo revuelo. Pero no fue sino hasta el curso pasado cuando decidieron dar una vuelta de tuerca y convertir al Kuais en un ‘Kuais Tarragoní’. La idea les hizo ganadores del premio Josep Vives que entrega el Institut Municipal d’Educació de Tarragona, IMET, en la categoría de educación infantil.
Y es que desde el curso pasado el Kuais, además de partes del cuerpo, deja pistas para acercarse a la cultura de la ciudad, en especial a las fiestas de Santa Tecla. Así, por ejemplo, a la par que trae la cabeza, porta el cuento de ‘El Barret del Nano Capità’.
De hecho cuando regresamos a la clase con algunos de los cuentos que les trajo el Kuais el año pasado se van a verlos emocionados. Todo pese a que justamente esta generación, debido a la pandemia, apenas ha podido ver las fiestas en condiciones. Eso sí, el Seguici Popular sigue causando fascinación.
Cuenta la directora de la escuela, Blanca Carrión, que la emoción con la que los niños reciben al Kuais también ha sido la excusa perfecta para introducirlos, además, en la lectura. Y es que en el centro todos los alumnos, desde P3 hasta sexto de primaria, dedican media hora a la semana a leer.
Y han descubierto más ventajas: se ha convertido en una buena manera de trabajar la relación con las familias, puesto que los niños llevan a casa algún elemento relacionado con lo que están trabajando esa semana. En resumen, que resulta casi imposible que en las casas no se escuche también hablar del Kuais.
A simple vista el Kuais Tarragoní podría parecer solo una anécdota alimentada por la inocencia infantil, pero en la escuela se toman el proyecto muy en serio; tanto que ni siquiera nosotros le llegamos a ver a Kuais porque es uno de los secretos mejor guardados. De hecho cuando llega, precedido por la música interestelar de su nave espacial, lo hace en una parte diferente del centro y toca ir a buscarlo.
El proyecto, igual que otros de los premiados por el IMET, surge de la creatividad de los propios maestros, muchas veces partiendo de materiales que ya tenían o que crean ellos mismos. En este caso el ingrediente extra es la sorpresa, que como confirman las docentes, funciona como la más potente de las herramientas.