Al PSC ya le costó mucho votar este pasado lunes a favor de la moción que, principalmente, pedía solicitar al Estado el trámite para que La Móra pueda ser declarada como zona catastrófica a raíz de la dana del 4 de noviembre.
De hecho, el pasado viernes la concejal de barrio, Isabel Mascaró (PSC), comunicó a la asociación de vecinos del barrio –impulsora del texto– que en la reunión de grupo del pasado jueves los socialistas habían decidido abstenerse en la propuesta, que igualmente se aprobaría con los votos de ERC, PP y Junts para intentar agilizar las ayudas, a raíz del desastre que ocasionó el temporal tras afectar gravemente a unas 150 viviendas del entorno del canal de la urbanización de Llevant.
El PSC estaba de acuerdo en el 99% del documento, que prevé entre otras cuestiones llevar a cabo un estudio hidrológico del torrente, contempla la creación de una comisión técnica «interadministrativa», pretende dar prioridad a la renaturalización del canal, así como establecer actuaciones urgentes y su posterior mantenimiento. Sin embargo, el punto de discordia era el de solicitar la declaración de zona catastrófica, que el PSC no veía claro.
Cambio en 24 horas
La notificación a los residentes sentó como una jarra de agua fría. A partir de aquí empezaron las llamadas, se reactivaron los contactos políticos –especialmente entre PSC y Junts– y, finalmente, y por expresa voluntad del alcalde Rubén Viñuales, el PSC se decantó sobre la bocina por el sí.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad: solo 24 horas después, los socialistas se desmarcan del texto, al considerar que La Móra «no cumple los requisitos» para ser zona catastrófica. «Debemos ser honestos con los vecinos, que tienen todo el derecho a presentar mociones. Ahora pasaremos la pelota a otra administración para que sea esta la mala que rechace la petición», ha indicado este martes en Tarragona Ràdio la portavoz del PSC y del gobierno municipal, Sandra Ramos, quien considera que los partidos políticos «no deben decir que sí a todo a los vecinos». ¿Adivinan, sin embargo, qué votó Ramos este lunes? Efectivamente: «sí».
¿Qué dice la legislación? El artículo 23.2 de la Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil reza: «A los efectos de la declaración de zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil se valorará, en todo caso, que se hayan producido daños personales o materiales derivados de un siniestro que perturbe gravemente las condiciones de vida de la población en un área geográfica determinada o cuando se produzca la paralización, como consecuencia del mismo, de todos o algunos de los servicios públicos esenciales». Los técnicos estatales tendrán la última palabra.
«Defender el barrio»
El posicionamiento socialista ha sentado muy mal entre vecinos y partidos. «Seguiremos trabajando para alcanzar todos los acuerdos de la moción, que para nosotros son suficientemente claros y concretos», indica el presidente de la Associació de Veïns de La Móra, Albert Franquès, quien añade que «la honestidad de la moción se basa en que recoge las inquietudes de los vecinos afectados, sin partidismos».
Por su parte, Jordi Sendra (Junts) es contundente. «Es imprudente y frívolo que solo un día después se ponga en duda. La ley es clara, debe pedirse la declaración», indica el portavoz de juntaire. Xavier Puig (ERC) se muestra «sorprendido» de que «un día el PSC cierre filas con los vecinos y ahora los abandone. El alcalde debe tener palabra y defender el barrio», mientras que Maria Mercè Martorell (PP) recalca que ser zona siniestrada «es lo que piden los vecinos en la moción».
Finalmente, Jordi Collado (ECP) sostiene que la declaración de zona catastrófica «es un paso importante, pero no el único». «Es necesario revisar los protocolos urbanísticos para adaptarnos al cambio climático», afirma tras ser espectador en directo del inesperado donde dije digo digo diego en toda regla de la portavoz del PSC.