Whatsapp Diari de Tarragona
  • Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
    Diari
    Comercial
    Nota Legal
    • Síguenos en:

    La procesión de Tarragona ha perdido una tercera parte de los congregantes en 10 años

    En la última edición, la del año pasado, la caída de participantes fue más pronunciada. Los organizadores creen que el motivo fue por ser la primera después de la pandemia

    09 febrero 2023 20:04 | Actualizado a 10 febrero 2023 07:00
    Se lee en minutos
    Participa:
    Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
    Comparte en:

    La procesión del Sant Enterrament, que se celebra en Tarragona cada Viernes Santo, es el acto central de la Setmana Santa en la ciudad. Es aquí donde se puede palpar la buena o mala salud de la festividad. En los últimos años, la caída del número de congregantes y, sobre todo, de las personas que van a filas con el cirio, se ha hecho más evidente. La tendencia ya iba a la baja, pero la pandemia lo ha acentuado todavía más.

    Para hacernos una idea, en 2016 eran 1.073 las personas que iban a filas, acompañando los pasos. En 2019, 811 y, en 2022, después de la pandemia, la cifra cayó casi a la mitad, con 557 congregantes. En términos totales, incluyendo también portants, banderas y bandas musicales, en 2006 participaron un total de 2894 personas en la procesión. En 2016, 2.611 y, el año pasado, la cifra se redujo a 1.837. Con estos números encima de la mesa, no es de extrañar que los organizadores de la procesión, la Reial i Venerable Congregació de la Puríssima Sang de Nostre Senyor Jesucrist –de aquí en adelante La Sang– esté preocupada por el futuro del acontecimiento religioso.

    «Hay mucha gente que se ha quedado por el camino. Y lo peor de todo es que no hay un relevo generacional. Cuando el abuelo fallece, el hijo y el nieto lo dejan», explica Rafel Pintado, subprefecto de La Sang, quien reconoce que la entidad está preocupada por el porvenir de la Setmana Santa y, en concreto, de la procesión. «Si la tendencia sigue a la baja, debemos tener en cuenta que no podremos hacer una procesión con 800 personas. Es momento de reflexionar», añade Pintado.

    Para La Sang, la procesión del próximo 7 de abril será clave para analizar el futuro del acto. «Creemos que el año pasado fue excepcional porque fue la primera procesión postpandemia. Hubo gente que no participó por miedo a contagiarse o por cualquier otro motivo. Tenemos la esperanza de que este año se recuperen las cifras de participación de años atrás», explica el subprefecto de La Sang.

    El problema se centra, sobre todo, en el número de personas que van a filas, aguantando el cirio. «Los congregantes más comprometidos con la entidad, por norma general, son portants o tocan en la banda. En cambio, los menos implicados van a filas», asegura Francesc Seritjol, presidente de la Agrupació d’Associacions de Setmana Santa de Tarragona, quien añade que «en algunos casos, incluso, hay listas de espera para entrar en el paso».

    Todos coinciden en que lo más urgente es que entre gente joven a las entidades para garantizar así el relevo. También a liderarlas, ya que la mayoría de congregaciones están dirigidas por personas que llevan años en el cargo. «Las confrarias deben dejar paso a la gente joven, sin miedo a que cambien cosas y las adapten a los nuevos tiempos. No podemos hacer lo mismo que hace diez años», explica el presidente la Agrupació. Seritjol se refiere a innovar en actos como la presentación de opúsculos. Además, anima a las entidades a impulsar eventos de nueva creación. «Puede ser una manera de llamar la atención del público más joven», dice.

    Pero no solo preocupa la falta de congregantes. Desde hace años, los organizadores también han detectado una caída en el número de espectadores. Prueba de ello es que, hasta hace poco, la Agrupació se encargaba de poner las sillas para el público. Alquilar una costaba cuatro euros. En 2018 fue el último año que se siguió este sistema, ya que de las 1.500 sillas que se colocaron, solo se alquilaron 21.

    Algunas entidades dejan entrever que acortar el recorrido de la procesión sería una manera de concentrar más el público, además de que facilitaría la vida a los portants. Se trata de un debate que lleva años encima de la mesa, pero que La Sang descarta totalmente. «Creemos que no tiene nada que ver el recorrido con que haya más o menos público», explica Rafel Pintado, quien añade que «la procesión siempre ha pasado por la Rambla Nova, y así lo seguirá haciendo».

    Comentarios
    Multimedia Diari