Los parkings de Tarragona ya vislumbran el siglo XXI

Casi dos años después, por fin, parece que los aparcamientos municipales empiezan a vislumbrar la luz al final del túnel. La empresa gestora de los parkings –antes Aparcaments y ahora ya la EMT tras la fusión de ambas compañías municipales– adjudicó en diciembre de 2021 a la firma Skidata Ibérica el contrato para renovar la tecnología, un hecho que abría la puerta adejar, después de muchos años, la actual vieja y arcaica maquinaria, que causa constantes problemas en las instalaciones con averías casi semanales tanto en los cajeros para pagar como en el operativo de entrada y salida de los vehículos.

Pese a cofirmarse la adjudicación, en enero de 2022 una de las licitadoras del concurso
–Equinsa–, presentó un recurso ante el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic, que es un organismo dependiente de la Generalitat que vela por los procesos de licitación de las administraciones. Esta firma fue excluida del proceso al entenderse que había presentado una oferta «temeraria»: más de un 25% por debajo del precio de licitación, ya que registró una oferta de 1,1 millones, cuando la licitación era de 2,2.

En concreto, según el pliego de cláususlas, 1,2 millones de euros eran para el suministro en seis meses de la instalación y software del control de acceso, así como otros 997.770 euros para el servicio de mantenimiento, inicialmente por cinco años pero con la opción de cinco más en caso de ejercer la compra.

¿De qué se quejaba la empresa recurrente? Principalmente, sobre la valoración de sus prestaciones técnicas, que el tribunal consideró que no cumplían las exigencias mínimas por el importe ofertado, tras el análisis de la propuesta realizado por parte de una ingeniería externa.

Una vez presentada la alegación ante el organismo autonómico, el ente dependiente de la Generalitat paralizó sine die el proceso. Ya en agosto de 2022 llegó la resolución que desbloqueaba la paralización. El tribunal hizo especial hincapié en un punto de la transcripción del acta de la mesa de contratación del 10 de diciembre de 2021 para justificar su decisión a favor del Ayuntamiento. El tribunal detalló que donde se indicaba que la exclusión del concurso de Equinsa Parking SLU «no se justifica por la anormalidad de la oferta, sino por el temor de que no pueda suministrar el objeto del contrato en los términos deseados».

Sobre ello, el organismo indicó que «se desprende que la verdadera causa de la exclusión no es la inviabilidad económica, sino que se fundamenta en el posible incumplimiento de las condiciones técnicas», por lo que consideró que la eliminación de la propuesta de Equinsa «no es procedente» porque el momento para controlar el cumplimiento de las exigencias técnicas de la propuesta «es en la fase de ejecución del contrato» y no en el momento del estudio «hipotético» de las ofertas que se presentan a la licitación pública.

A raíz de este paso, el consejo de administración de la Empresa Municipal de Transports (EMT) volvió administrativamente hacia atrás para readmitir a Equinsa al concurso y, asimismo, el pasado mes de agosto volvió a adjudicar el contrato a Skidata. Pese a ello, un nuevo recurso presentado por la misma compañía volvió a frenar la operación. ¿El día de la marmota?

Final a un bloqueo de dos años

El pasado 17 de noviembre, sin embargo, el tribunal denegó finalmente la última alegación y pone de esta forma el esperado punto y final a dos años a un interminable proceso para poder mejorar las prestaciones de los equipamientos Joan XXIII, Avinguda Catalunya, Lluís Companys, Saavedra, Francesc Bastos, Imperial Tarraco y Torroja. Estos espacios suman un global de 2.419 plazas, generando más de dos millones de euros de facturación según los últimos datos del año 2022.

Este viernes, la EMT ha informado que ya ha firmado el contrato con la empresa adjudicataria del concurso –Skidata–. De hecho, la presidenta de la compañía municipal, Sonia Orts (PSC), destaca que «es una buena noticia que el tribunal haya desestimado el recurso», detallando que «ya hemos empezado a trabajar con la empresa adjudicataria para que la renovación de la tecnología actual sea una realidad lo antes posible».

Con este paso, se espera que la renovación de la tecnología deje de estar en punto muerto y arranque el proceso para que los parkings municipales puedan ofrecer prestaciones del siglo XXI a partir de verano de 2024.