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Manel Sanromà: «Hay muestras de inteligencia que han ido más allá de lo esperado»

Es doctor en Astrofísica, profesor de Matemáticas en la URV y fundador de la nueva asociación CIVICAi. Fue impulsor de Tinet, la primera red ciudadana de internet en España, en 1995. Ahora pone en marcha un ente que pide el acceso libre y ético a la IA por el bien común y para huir del control de gobiernos y empresas

29 abril 2023 22:29 | Actualizado a 30 abril 2023 19:00
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Usted preside CIVICAi. ¿Qué inputs le llegan desde que presentaron la iniciativa?

Hemos tenido una discusión interna sobre a qué velocidad avanzar. Ahora tenemos unos 300 adheridos. Querríamos ser unos 1.000 antes del verano. Estamos convencidos de que ha sido una gran idea y una buena decisión.

¿Qué defienden?

Que hace falta la participación de la sociedad en primera línea en este progreso de la IA. No queremos ni podemos representar a toda la sociedad. Somos una organización sin vínculos con empresas ni gobiernos. Reivindicamos la presencia de la sociedad civil en este tema de potencial impacto en la especie.

Un perfil más en el debate.

De los tres grandes actores en cualquier revolución tecnológica, expertos o científicos, empresas y gobiernos, no creemos que ninguno esté satisfecho de que aparezca la sociedad civil. No le haremos gracia. Los gobiernos son déspotas ilustrados. Las empresas buscarán monetizar todo esto y quieren que los humanos sean usuarios y consumidores.

¿Es preciso ir más lento, detener el avance, una moratoria?

Algunos de nosotros firmamos el manifiesto científico para pedir una moratoria, pero a título individual. Como entidad no la pedimos. Para hacerlo así habríamos tenido que tener una fuerte discusión interna. En particular, tenemos claro que es prácticamente imposible que prospere. Esto es un toque de atención.

¿En qué sentido?

Los que impulsan iniciativas así no se paran aquí, sino que vamos en la línea de decir a los gobiernos que hagan su trabajo, que están desaparecidos. Lo que han hecho desde que apareció el ChatGPT es entre cómico, como lo que propuso Italia de prohibir, e irrelevante. La prohibición es ridícula. No se dan cuenta de que estamos ante algo importante y bastante urgente.

¿Hasta qué punto?

Hay gente que habla de que estamos simplemente ante una evolución de la digitalización pero yo creo que asistimos a una revolución. ¿Estamos cerca de crear una inteligencia superior a la humana? Hay gente que dice que no, que estamos muy lejos, si es que eso llega en algún momento.

Otros no están de acuerdo.

Hay otras voces, que trabajan dentro de los laboratorios donde se investiga, que ven el día a día, y otros que no estamos tan ahí pero conocemos la tecnología, que lo vemos distinto. Hay artículos publicados que apuntan a muestras de inteligencia más allá de lo que se esperaba. Hay quien ha llegado a la conclusión de que hay resultados con GPT4 que no se esperaban, muestras de que podría haber procesos emergentes, que no se explican los propios científicos. No podría poner la mano en el fuego de que esté pasando, pero puede ser que estemos cerca.

Suena a ciencia ficción.

¿Realmente piensa una máquina? ¿Tiene conciencia, tiene sentimientos? Hay gente que cree que estamos cerca, más de lo que pensamos. Quizás en 2040 podemos ver una IA generalista, una máquina capaz de afrontar cualquier problema.

¿A la altura de qué acontecimiento ponemos el hito?

Es muy superior a internet. Estamos yendo diez veces más rápido. Internet ha impactado relativamente en algunos sectores, pero aquí la repercusión va a ser mucho más transversal. No sé si habrá ámbito de la actividad humana al que no afecte la IA.

Ponga un ejemplo.

Internet ha aumentado el transporte, a raíz, por ejemplo, de las compras ‘online’. Amazon hace 30 años no tenía sentido y ahora vemos camiones y furgonetas por todos los sitios. Pero la IA será un cambio más grande porque dejarán de ser necesarios los conductores. Ver un carril con furgonetas autónomas está a pocos años vista.

Las grandes corporaciones querrán avanzar sin límite.

Todo el mundo habla de Microsoft, de Google, de Amazon... pero no de Apple, y estoy convencido de que no está parado, y de que más pronto que tarde con iPhone vendrá un asistente personal frente al que Siri o Alexia quedarán en nada.

¿No cree que ponemos mucha atención en lo negativo?

No tenemos que ser apocalípticos pero igual de peligroso es el mensaje de ‘aquí no pasa nada’. Los científicos que trabajan con esto son, como mínimo, prudentes. Los que dicen que no pasa nada tienen un punto de frivolidad o intereses comerciales.

Pero hay un sinfín de aplicaciones con muchas ventajas.

En la salud el impacto será en positivo. Un médico de pueblo podrá consultar con un asistente cosas que hasta ahora solo un especialista podría hacer.

¿A qué se parece esta revolución?

Puede ser similar a la energía nuclear, en tanto que herramienta de producción de energía asequible, barata y poderosa pero con algunos peligros.

¿Es más revolucionario que la imprenta?

La imprenta tuvo un desarrollo de dos siglos. El impacto social es muy fuerte, pero aquí la velocidad es mayor. Lo único comparable es el lenguaje, el momento en el que nuestros antepasados homínidos comienzan a comunicarse con algún tipo de lenguaje. Ahora la IA puede simular el lenguaje y hacerlo correctamente.

Eso intimida.

Todas estas máquinas aprenden y leen con nuestras lenguas. Nadie les ha enseñado a traducir y, en cambio, traducen. ¿Cómo lo hacen? Detectan la gramática, y eso que nadie les ha enseñado, pero lo aprenden. Impresiona. Si la máquina ha leído en 100 lenguas pero nada en albanés, lo traducirá igualmente. Quiere decir eso que las gramáticas humanas son iguales y aprender un lenguaje entonces es cuestión de un segundo.

¿Qué tienen que hacer los gobiernos ante todo ello?

Reconocer que estamos ante un proceso nuevo. La UE es quien más reglamentaciones está produciendo, pero debe ir más allá y crear una agencia en la que haya mucha más participación científica y cuidadana, con voluntad de entrar en los laboratorios de Amazon o de Facebook. Claro, aquí las empresas se opondrían. Los gobiernos van tarde, e irán muy por detrás de los avances y hasta que no haya una participación ciudadana no actuaremos como es necesario. Debe haber acuerdos mundiales, regular en clave local aquí no tiene sentido.

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