Los seguidores más acérrimos de la cultura japonesa están de celebración. La octava edición del ExpOtaku llega a Tarragona y llena el Palau firal de Congresos de todo tipo de elementos del anime y manga japonés.
Una hora antes de que se abran las puertas, los fans más madrugadores esperan ansiosos, creando ambiente de celebración. En la cola se pueden ver gran cantidad de Goku y Pikachu, ya que muchas de las personas que acuden a la ExpOtaku lo hacen disfrazadas de personajes de sus series favoritas y Dragon Ball y Pokémon son muy populares. Este fenómeno se llama cosplay, y muchas son las personas que trabajan durante varios meses en sus disfraces para tener listos todos los detalles. «Me gusta mucho disfrazarme y aún más que la gente me felicite y se haga fotos, eso significa que mis cosplay están muy logrados», afirma Paola Cabello, una de las asistentes que acude disfrazada.
Una vez dentro, estamos en un mundo totalmente diferente. Camisetas, pósters, tazas y todo tipo de merchandising son las se pueden ver en las vitrinas de las más de treinta tiendas y expositores artesanales que rodean todo el interior del recinto, que está coronado con un gran escenario y una zona reservada a videojuegos, donde todo aquel que se acerca puede disfrutar de varias consolas como la Xbox, la Nintendo Switch entre otras. Pero la más esperada es el espacio reservado para los juegos de realidad virtual.
Pese a que a simple vista pueda parecer un evento más bien juvenil, los asistentes que recorren los pasillos con la vista puesta en los expositores son de todas las edades, desde los más jóvenes hasta los más veteranos. Todos forman un ambiente muy acogedor, donde los asistentes, sin importar la edad, se unen gracias a las referencias de sus series japonesas favoritas. Un lenguaje universal.
Pero las tiendas de merchandising no son el único atractivo, la gente se arremolina alrededor de la zona de videojuegos, donde se realiza una pequeña competición de League of Legends. «A la gente le gusta atender a este tipo de partidas porque son más cercanas, muchos se ‘pican’ los unos con los otros defendiendo el juego de los equipos y presumen de que ellos juegan mejor», comenta un responsable de la organización de los torneos. Además, en el escenario principal se organizan talleres y concursos cada hora que atraen a los curiosos y sacan a relucir el espíritu competitivo tanto de los concursantes como de los que no lo hacían, que, no pueden resistirse a gritar las respuestas de los trivials.
El deporte también tiene espacio en el ExpOtaku. Competiciones de fútbol y baloncesto se llevan a cabo en la zona exterior del Palau de Congresos, y son un tanto peculiares dado que los participantes deben sacar a relucir sus conocimientos de Oliver y Benji para poder realizar sus jugadas imitando a los protagonistas de dicha serie. Además, en el interior del recinto hay un tatami donde se pueden realizar iniciaciones de taekwondo y hapkido de la mano del Club Clemente.
La otra cara del ExpOtaku es la de los paradistas, ya que su negocio consiste en participar en las diversas ferias de anime y manga que se celebran en España durante todo el año para vender sus productos. Durante estos tres días se encuentran en Tarragona y muestran sus preciadas y variadas mercancías. Van desde pequeñas y baratas chapas hasta las figuras de coleccionista que pueden llegar hasta un valor de 120 euros.
Otros son los artistas artesanos, que tienen sus pequeñas paradas donde exponer las ilustraciones, muñecos y figuras hechas a mano.
Esta es la octava edición de la feria de la cultura japonesa de Tarragona. Comenzó siendo una pequeña emulación del Saló del Manga de Barcelona, pero actualmente tiene un carisma propio que consigue atraer a todo tipo de personas de alrededor de la provincia. Todas se dan cita cada año para acudir a esta fiesta otaku.