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¿Usted recomienda a sus familiares que vayan a votar presencialmente el 14F?
Recomiendo a todo el mundo que ejerza su derecho democrático. Entiendo que haya personas que no quieran ir físicamente, de hecho aún hay un pequeño margen para hacerlo por correo. Que nadie se quede en casa.
Los jueces dicen que es seguro.
Certificamos que, de nuevo, los tribunales quieren imponerse a la democracia. En 2017 lo hicieron en forma de 155, y ahora lo hacen de una manera un poco más disimulada, incluso priorizando intereses electorales antes que los de la ciudadanía.
Se ha pasado por tres olas, en la demarcación se está en un índice de riesgo de 500 puntos... ¿Las medidas han sido demasiado laxas?
Es evidente que debe haber un equilibrio con la economía, pero quien diga que sabe cómo parar esto no dice la verdad. Esta pandemia nos ha mostrado que no hay recetas mágicas, ni en Catalunya ni en España ni en ningún lugar. En otros países se aplican medidas más restrictivas y en otros más laxas, pero el virus actúa de la misma forma. Las medidas, sin embargo, funcionan.
La vacunación es la gran esperanza, pero ahora solo hay un 0,7% de población con la segunda dosis. ¿En verano habrá la inmunidad de grupo con el 70% de gente inmunizada?
La UE nos indica que a finales de verano podría ser así, pero viendo el ritmo actual lo veo complicado. No soy experta, pero hay dificultades con las empresas farmacéuticas. Igual no llegamos al 70%, pero la vacunación debe seguir para poder ver la luz tras un año. Esta semana a todos nos ha conmovido la pérdida de una persona joven como Òscar Hijosa.
La Covid ha cogido a Tarragona con el Joan XXIII aún pendiente de remodelar. Solo hay proyectos y promesas.
El otro día escuché al PSC que criticaba el retraso de la reforma y me sorprendió. Ellos han tenido responsabilidades de gobierno en el Estado y han sufrido retrasos en el Corredor del Mediterráneo, el Mercat Central o los Juegos del Mediterráneo. Me sorprende que se quejen por un retraso de dos meses, más cuando los problemas para trasladar el helipuerto depende de permisos de AENA.
¿La próxima legislatura será la del nuevo Joan XXIII?
Esperemos que sí. Debemos confiar en el calendario que anunció la consellera Vergés. Tenemos unos profesionales sanitarios de Champions League, y ahora necesitamos un hospital que juegue en Primera división.
Las medidas buscan frenar la interacción social para priorizar la salud. Todos los sectores son seguros y no deben criminalizarse, pero el virus nos ha enseñado que se propaga por la interacción social. ¿Y dónde se dan estos contactos? En bares, restaurantes, hoteles y en espacios de ocio donde la gente está relajada.
El problema es que las ayudas tardan mucho en llegar. Si se obliga a cerrar debería indemnizarse rápidamente, ¿no?
Hubo mucho ruido porque nos equivocamos con las primeras ayudas a los autónomos. No se hicieron las cosas bien, y así se reconoció. Hubo, sin embargo, unas segundas ayudas que se tramitaron en solo 18 días a 130.000 personas, que cobraron 2.000 euros antes de acabar 2020.
«¿La relación con Junts? La represión del Estado ha logrado eso de ‘divide y vencerás’. Debemos sentarnos y formar un gobierno soberanista amplio. No pactaremos con el PSC»¿Apuestan por el proyecto de Hard Rock?
La tramitación está en una prórroga de un año que han pedido ellos por la sentencia que anula el PDU. No deja de ser un negocio entre privados. Veremos a ver qué quieren hacer, pero no debe costar un solo euro a las arcas públicas. El Govern solo hace de facilitador.
¿Cómo calificaría la legislatura que acabó en diciembre?
Complicada, muy marcada por la represión. Empezó con la convocatoria a través del 155, muchas personas en prisión y en el exilio... Todo esto dificulta el diálogo entre partidos.
¿Ha faltado diálogo?
La represión busca eso de divide y vencerás, y ha logrado su objetivo. Por esto no hemos podido ir más allá. Debemos sentarnos y dialogar, no solo con los que piensan diferente sino también con los que se comparte proyecto.
¿La relación entre Junts y ERC es tan mala como parece?
Hay de todo, pero es evidente que lo que hemos proyectado a la ciudadanía demuestra que aún queda mucho trabajo por hacer. Necesitamos mejorar y volver a tejer alianzas como teníamos en 2017 con el 1 d’octubre o en las municipales de 2019, donde logramos acabar con un gobierno socialista tras doce años.
¿El candidato de Junts, Albert Batet, dificulta o facilita esta relación?
La política no puede ser un problema de nombres. Esto va de proyectos, no de personas, y el nuestro es la República Catalana.
«¿Hard Rock? No deja de ser un negocio entre privados. El Govern solo hará de facilitador, pero no debe costar un euro a las arcas públicas»¿Cómo piensan lograrla?
Necesitamos ser más y no pedir carnets de independentista. Nosotros tenemos 90 años y no hemos cambiado nuestro rumbo. No conozco ningún proceso de independencia que no se haya culminado con más del 50%.
Dice que necesitan ser más. ¿Cuántos más?
Como mínimo, el 50%. Es necesario pero no es suficiente. Con el 51% no lograremos la independencia, quien diga esto nos está engañando.
De una manera sostenida y sólida, y crecer a dos velocidades. Hay un país donde el independentismo es muy mayoritario, pero hay otro donde no tiene la fuerza suficiente. Y en esto estamos.
Buscan la «Via Àmplia», pero reivindican un independentismo de izquierdas...
Catalunya es un país de izquierdas, ahí es donde está el centro.
Pero desde 2012 ERC ha pactado con CiU, CDC y Junts.
Queremos lograr la independencia, y los socios son ellos y la CUP. Siempre hemos reivindicado un frente amplio, como fue la mayoría para los presupuestos de 2020 con el apoyo de los Comuns.
«El próximo mandato será el del Joan XXIII. Tenemos profesionales sanitarios de Champions League que necesitan un hospital de Primera división»¿Con quién pactarían ahora?
Nuestro objetivo es repetir un gobierno soberanista e independentista lo más amplio posible con Junts, Comuns, CUP y PDeCAT. Tarragona y Lleida son ejemplos de gobiernos que funcionan, si bien Ricomà lo querría más amplio. Espero que lo logre.
Sí, seguro. Donde el PSC ha podido echar a Esquerra, lo ha hecho. Como en Barcelona, donde pactó con Manuel Valls. O como en la Diputació de Barcelona, con una presidenta imputada. Estas elecciones serán un Aragonès o Illa.
Su número ‘4’, Carles Castillo, dice que hay «fachas indepes». ¿Así se amplía la base?
Debe haber unos mínimos. Hay actitudes que no son republicanas. El Front Nacional Català es xenófobo y racista.
Castillo estuvo muchos años en el PSC, criticó el 1-O y el 27-O... ¿En ERC tienen cabida personas no independentistas?
Si se ha sumado al proyecto de ERC es que tiene muy claro que queremos decidir nuestro futuro votando. Defenderá esta propuesta.
En el CEO se indica que solo un 71% de los votantes de ERC quieren que Catalunya sea un Estado independiente. ¿Le sorprende que un 29% no?
Esta es la gracia, no podemos quedarnos solo con los convencidos. Defendemos la independencia a través de un referéndum.
Junts quiere reactivar la DUI del 27 de octubre. ¿La apoyarán?
¿Cómo quieren hacerlo y qué ha cambiado? No apretaremos un botón y activaremos la independencia. No aprender de los errores del pasado nos perjudica. Ahora no estamos en las condiciones necesarias, por respeto a la gente que se ha dejado años de libertad.
¿El referéndum debe acordarse en la Mesa de Diálogo?
La Mesa debe activarse y apartarse de un contexto electoral. El 80% de la ciudadanía quiere una Ley de Amnistía y una Ley de Autodeterminación. Nadie dijo que fuera fácil, pero yo misma me he pasado los últimos tres años yendo cada semana a la prisión.
¿Qué caducidad tiene la confianza con el Estado?
De confianza, ninguna. Cada vez que la izquierda española decepciona a Catalunya, el independentismo avanza. Como cuando no se quiere investigar a la Monarquía, no se deroga la Ley Mordaza...
Ustedes son un partido republicano, pero probaron un presupuesto estatal que sube un 7% la dotación a la Casa Real.
Los presupuestos se habrían aprobado igualmente, pero con el apoyo de Cs. Cuando apruebas unas cuentas hay muchas contradicciones, como le pasó a los Comuns con los de la Generalitat. Quien nos quiera vender pureza a la hora de tomar decisiones da un mensaje muy simplista.
