El próximo viernes 7 de marzo entrarán en vigor las primeras modificaciones de la orden ministerial que el Gobierno ha ejecutado para luchar contra las estafas telefónicas. Una de las principales es la habilitación de los números 800 y 900 para hacer llamadas comerciales.
Hasta ahora, estas numeraciones solo podían recibirlas, pero no emitirlas. Esto está relacionado con la medida estrella: quedan prohibidas, a partir del 15 de mayo, las llamadas comerciales desde móviles: «Se prohíbe la utilización de rangos de numeración atribuidos a móviles para servicios de atención al cliente y la realización de llamadas comerciales no solicitadas», reza la orden.
«¿Dejarán de molestarnos? Seguramente que no, a no ser que pongan sanciones fuertes», Jorge Fernández, profesor de la UOC
Este cambio pretende que la ciudadanía detecte si recibe una comunicación fraudulenta. «En los últimos años, estamos asistiendo a un incremento exponencial de la cibercriminalidad y, en particular, de las estafas de suplantación de identidad que suelen comenzar con una llamada o un mensaje en los que el se suplanta la identidad de una organización y se engaña al consumidor para que proporcione información confidencial».
La voz del experto
El Gobierno ya impulsó una medida en 2023 que decía que, como usuarios, existe el derecho a no recibir comunicaciones comerciales no solicitadas. Sin embargo, la organización FACUA-Consumidores en Acción indica que el 98,3% de los consumidores sigue recibiéndolas.
Sobre el consentimiento reflexiona el profesor de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universitat Rovira i Virgili (URV), y experto en ciberseguridad, Jordi Castellà: «¿Cómo lo consiguen?», se pregunta. «Cuando navegas o te das de alta en un sitio, igual sin saberlo, aceptas los términos y condiciones, y das un consentimiento para que te llamen», argumenta, además de que aconseja «ir borrando las cookies».
Jorge Fernández, profesor colaborador de los estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), comenta que «ahora llaman y, al ser un móvil, mucha gente duda de si cogerlo, por si acaso es alguien conocido de quien no tiene el teléfono guardado». «¿Dejarán de molestarnos? Seguramente que no, a no ser que pongan sanciones fuertes», añade. Las multas, según el Ministerio, podrán llegar hasta los dos millones de euros.
«Cuando navegas, igual sin saberlo, aceptas los términos y condiciones, y das un consentimiento para que te llamen», Jordi Castellà, profesor de la URV
«También es importante que la gente se mentalice y denuncie, ya que las sanciones ya existen actualmente», comenta Fernández, que argumenta que la mayoría no lo hace: «La gente tiene poco tiempo y, cuando la llaman, cuelga y no piensa en denunciar». «A mí me llaman hasta los fines de semana, después de las nueve de la noche, lo cual está prohibido», añade. Castellà se muestra en la misma línea: «Para que la nueva norma funcione, es vital la colaboración ciudadana y de las operadoras».
Los vecinos con los que ha hablado el Diari comentan que están de acuerdo con la normativa, pero se muestran escépticos con que se respete esta nueva orden y que, en consecuencia, cesen estas llamadas.