Los alcorques de los árboles son una asignatura pendiente de la limpieza de la ciudad, donde crecen las malas hierbas y se acumula todo tipo de residuos, especialmente colillas. Algunos de estos hoyos en torno a las cepas de los árboles inevitablemente acaban convirtiéndose en pequeñas junglas, con un mantenimiento escaso, una situación que quiere revertirse desde la concejalía de Parcs i Jardins del Ayuntamiento de Tarragona, que trabaja en una iniciativa para que la ciudadanía se haga cargo de estos espacios adoptando un alcorque.
«Es una opción que estamos estudiando, que va en la línea de la jardinería colaborativa que se está impulsando desde la concejalía», afirma la titular de esta cartera, Elvira Vidal. Según las primera estimaciones, Tarragona tiene entre 17.000 y 18.000 alcorques. «No se trata tanto de un tema económico sino de atención», manifiesta Vidal.
Los ciudadanos interesados deberán formalizar un trámite, mediante el cual se hará efectiva la adopción y estas personas se comprometerán en cuidar y plantar en estos espacios para que luzcan y estén mejor cuidados. Con la ‘firma’ de este contrato, los interesados recibirán las indicaciones técnicas para hacerse cargo de su atención durante un periodo mínimo de un año.
En los alcorques podrán plantarse plantas ornamentales que no sean potencialmente tóxicas, con pinchos o invasoras. Tampoco podrán plantarse especies que puedan interferir en el crecimiento normal del árbol, como podrían ser las trepadoras.
Vidal explica que la iniciativa «va dirigida a los establecimientos comerciales y restaurantes», aunque también podrán participar familias y ciudadanos que quieran contribuir a mejorar la calidad del espacio público de Tarragona, poniendo su sello particular.
Esta es una iniciativa que ya está funcionando en algunas grandes ciudades de Catalunya, como Badalona y Barcelona. En el caso de la capital catalana, el proyecto forma parte del Pla Natura 2021-2030 impulsado por el gobierno de Ada Colau, el cual incluye una serie de medidas por impulsar la gestión y mantenimiento del verde con y para la ciudadanía.
El Ayuntamiento redactó unas prescripciones técnicas disponibles a través de la web de la administración local y a través de esta puede formalizarse el proceso. Entre las prescripciones técnicas está que los alcorques estén situados en calles de baja velocidad o con cordón de aparcamiento u otros sistemas de protección de los peatones y que el árbol esté en buen estado y no forme parte de ningún programa específico del Ayuntamiento.
La corporación local tarraconense trabaja en un proyecto similar, que quiere profundizar en el concepto de cuidadano, es decir, los ciudadanos que se hacen corresponsable del cuidado y mantenimiento del espacio público. En esta línea, a lo largo del año pasado la concejalía de Parcs i Jardins impulsó una decena de plantadas colaborativas en los diferentes barrios de la ciudad.
