El gobernador del Banco de España se sumó ayer al coro financiero que augura todos los males económicos para Cataluña si se separa de España. Aunque tomó la prevención de decir que es un «futurible altamente improbable», Luis María Linde apuntó que si se produce la declaración unilateral de independencia es posible que el sistema bancario catalán se vea atrapado en un ‘corralito’. Sus palabras sumieron a la campaña electoral en un bucle sobre si era posible o no que los catalanes vean congelados sus ahorros en los banco o solo puedan disponer de parte de ellos si se produce la fractura.
El viernes fueron los bancos, y ayer fue el supervisor de todos ellos el que lanzó la advertencia sobre los riesgos que comporta la independencia. Linde intentó hacer un análisis riguroso y señaló que Cataluña estaría fuera de la Unión Europea y del euro como consecuencia de la segregación. En ese marco, prosiguió, la Generalitat no tendría acceso la liquidez del Banco Central Europeo ni a sus programas de apoyo financiero. Tampoco podría al mercado interbancario en busca de créditos. Todo ello, concluyó, podría degenerar en una «tensión grave» y obligar a la banca instalada en Cataluña a establecer ‘corralitos’, como ocurrió en Argentina a principios de este siglo y en Grecia este verano.
No obstante, a la pregunta de si consideraba que una Catalunya independiente sería viable, dudó en contestarla pero acabó reconociendo que en Europa existen países más pequeños.
Semejante advertencia dicha por el gobernador del Banco de España 72 horas después de que las dos grandes asociaciones bancarias del país alertaran de una posible salida de Catalunya, fue un nuevo bombazo. Y como tal fue la reacción desairada de Artur Mas. Es una «inmoralidad, irresponsabilidad e indecencia», clamó el presidente de la Generalitat en una comparecencia de los candidatos del Junts pel Sí para el 27-S. «Ya somos mayorcitos, que nos traten de tontitos. Los bancos se van a pelear por estar en Catalunya» al día siguiente de la independencia, aseguró el presidente catalán. «No cuela –añadió–. No nos lo tragamos».
Mas garantizó que no existe riesgo de ‘corralito’ aunque admitió que es una posibilidad citada en un informe del Consejo Asesor para la Transición Nacional. en caso de un estrangulamiento financiero de Catalunya por parte del Gobierno central, no para el escenario de la independencia.
Para el presidente de la Generalitat, las palabras de Linde son propias de «un candidato más del PP», y no de un supervisor bancario independiente. «Tiene miedo a perder el poder y la silla» y por eso se presta a participar en «la estrategia del miedo» que, según Mas, ha puesto en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy. Todo lo dicho por Linde, insistió, es «una falsedad y una intoxicación».
La deuda de España
Esta no será la última controversia económica de la campaña. Mas, sin ir más lejos, reclamó ayer a Linde que en vez de sembrar la incertidumbre debería de preocuparse por la fórmula del reparto de la deuda de España si Catalunya se escinde. La Generalitat ha planteado que si la separación se pacta en una negociación, Cataluña estaría dispuesta a asumir la parte que le correspondería en función a su PIB en España, es decir en torno al 20%. De no ser así, dicen en el Gobierno catalán, no se reconocería ni un euro de la deuda española.
La posibilidad del ‘corralito’, por lo demás, dividió las aguas en la campaña para el 27-S.