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El paso a nivel de la calle Barcelona, en Salou, se ha convertido en la Rambla estos días. Muchos vecinos aún se acercan para sacarse fotos con unas vías en las que, desde el pasado domingo por la noche, ya no circula ningún tren. «La gente ha callado y ahora, a tragar. Es una vergüenza», gritaba indignado un viandante, mientras cruzaba la zona del antiguo paso a nivel. A escasos metros, en el trazado entre la antigua barrera y la vieja estación, un equipo de operarios avanzaba en la retirada de los materiales de la plataforma construida en 1865 y ahora desafectada.
Adif asegura que el desmantelamiento «ha empezado». De hecho, desde el mismo lunes por la mañana hay varios equipos que están trabajando sobre la vía para ir deshaciendo el rompecabezas. De momento se han desconectado los once pasos a nivel que había en todo el trazado y, en la calle Barcelona, por ejemplo, ya no hay ni rastro de las antiguas barreras ni de los postes que las levantaban y bajaban cada vez que pasaba un convoy. Ahora, los viandantes ya pueden cruzar, mientras se han instalado unas cintas de plástico para impedir que pueda accederse a la antigua infraestructura.
El ente gestor de infraestructuras asegura que en esta primera fase se están retirando todos los elementos del sistema de electrificación. Unos trabajos que deben permitir que, a posteriori, pueda desmontarse toda la catenaria. Ahora mismo retirar el cableado se ha convertido en una prioridad. El objetivo es evitar que pueda desaparecer el cobre de una vía en la que ya no hay tensión, a excepción de los últimos 400 metros más próximos al apeadero de PortAventura. Se calcula que entre finales de esta semana y principios de la que viene podrá iniciarse esta operación a lo largo de toda la vía.
Sobre qué pasará cuando finalicen estos trabajos preliminares, aún hay muchos interrogantes. El estudio para eliminar la antigua barrera está en marcha. Esto debe permitir conocer el coste de la intervención y un calendario, que ahora mismo se desconoce.
El estudio también deberá informar sobre los costes de urbanización de los terrenos, que son propiedad de Adif, para integrar las superficie en la trama urbana de los municipios afectados. Son informaciones que por el momento se desconocen. Pese a ello, se calcula que antes de 2022 no podrá borrarse el trazado de la antigua vía.
