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Efecto Lampedusa en Cambrils: pactar todo para no pactar nada

Promiscuidad política, transfuguismo y pactos a la contra

17 febrero 2025 07:15 | Actualizado a 17 febrero 2025 07:18
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El Ayuntamiento de Cambrils ha sido gobernado desde los comicios municipales de 1979, los primeros democráticos tras la dictadura de Franco, por una peculiar alternancia de coaliciones. Los electores nunca han concedido la mayoría absoluta a ningún partido. A la ausencia de formaciones mayoritarias se suma la presencia constante de variadas formaciones independientes locales —el primer alcalde democrático, Josep M. Queral, ya fue un independiente—, cosa que fragmenta el voto y tensiona la formación de pactos. Solo un alcalde, el socialista Robert Benaiges, ha conseguido mantenerse en el cargo durante dos legislaturas completas y consecutivas.

La dispersión de voto ha ido en aumento. En las primeras elecciones se presentaron seis listas. En 2019, doce. En 2023, once. La suma de los votos de todas las listas que quedaron sin representación en 2019 habría sido la segunda fuerza del consistorio, a solo 76 votos de ERC, la más votada. En 2023, habria obtenido tres o cuatro concejales: la tercera fuerza.

Los Balcanes del Camp

En los últimos tres gobiernos, sin embargo, esta característica ha mutado en promiscuidad entre partidos, transfuguismo y acuerdos a la contra.

En las elecciones entre 1979 y 2015, los acuerdos de gobierno unían a partidos fronterizos ideológicamente, en todo o en parte. Cualquiera puede trazar fácilmente el hilo conductor de una coalición PSC-ERC, CiU-PP, Junts-ERC o PSC-Nou Moviment Ciutadà-Ciudadanos.

Ya no. Los últimos tres gobiernos municipales han tenido una vida agitada, balcánica, salpicada de crisis y trifulcas entre socios. Suele ocurrir con las alianzas sin programa hechas contra alguien o algo, que acaban devoradas por el mismo afán destructivo o adversario que las unió.

Enric Daza Micol, concejal por Junts, es el vivo retrato de esta situación. Daza acaba de dejar en minoría al último consistorio ‘a la contra’, un cuatripartito anti-Oliver Klein, el candidato del NMC, que había obtenido la minoría mayoritaria en las elecciones de 2023.

Daza ha pasado por tres consistorios con dos partidos: NMC y Junts. El NMC, que pesca entre votantes viudos de cualquier otra formación, ha fabricado ya tres consistorios distintos con un candidato, Oliver Klein, que había sido concejal con el PSC. Y cuatro exmilitantes de ese partido son o han sido concejales por otras formaciones: dos en ERC (Cinta Ballesté y Hélène Arcelin), otro en Ciudadanos (Santi Gámez) y el mismo Enric Daza, en Junts. Todo en menos de tres años.

Daza entró en el consistorio en 2019 en las listas de Nou Moviment Ciutadà (NMC), el partido local del que era presidente desde 2015. Formó con Junts y ERC la coalición de gobierno que reeligió alcaldesa a la republicana Camí Mendoza. Sumaban 12 concejales de 21. Daza fue nombrado responsable de las áreas de Urbanismo, Obra Pública y Actividades.

En 2021, el NMC cambió de bando y movió una moción de censura con PSC, Ciudadanos y PP para desbancar a los independentistas. Oliver Klein, el cabeza de lista del NMC, asumió la alcaldía. Daza se mantuvo al frente de Urbanismo. No por mucho tiempo. Fue cesado por Klein en febrero de 2023 debido a tensiones internas en el gobierno municipal. Se desvinculó del NMC y en las elecciones de mayo de 2023 era el alcaldable de Junts. Apenas habían pasado tres meses. En junio recuperó su concejalía como parte de un cuatripartito de once concejales que integraba a ERC (4), PSC (3), Junts (3) y Comuns (1). Fue elegido alcalde el socialista Alfredo Clúa, que había obtenido el peor resultado histórico del PSC en Cambrils.

Da igual. La historia se repite. El pasado lunes, Clúa retiró todas las competencias a Daza por oponerse públicamente al nombramiento de un gerente para el ayuntamiento. Es la segunda destitución de Daza. Esta vez, el alcalde alegó «pérdida de confianza total y continua» debido a una «actitud de deslealtad y falta de compromiso con el equipo de gobierno». Junts abandonó el gobierno el jueves siguiente. Ahora se especula con que los tres concejales de Junts se sumen al NMC para tumbar al alcalde Clúa.

El motivo de estos saltos y cabriolas tiene poco que ver con la ideología y los programas. Quienes le conocen describen a Daza como un concejal eficaz con demasiado mal genio. En un área como Urbanismo y Obras Públicas, el empuje de Daza funciona en la parte de Obras Públicas, donde ha logrado perfilar proyectos complejos, como la Via Verda entre Cambrils y L’Hospitalet de l’Infant que discurre sobre la antigua línea de ferrocarril. Las gestiones incluyen viajes a Madrid para convencer a Adif de retirar las vías y abrir sus terrenos, controlar los plazos, etcétera. «Actúa como un empresario y saca adelante las cosas», elogia un promotor que nunca le ha votado.

Sin embargo, su carácter fuerte no le ayuda tanto en el mundo del Urbanismo, gestionado por técnicos especialistas pendientes de leyes, regulaciones y trámites, siempre atentos a la infracción y al papeleo requerido antes de aprobar unos planos o autorizar la entrada de máquinas en un solar.

Aunque en la antigua web del NMC se retrataba con un simple «soy empresario desde hace más de 20 años en el sector textil», Daza no es un diplomático florentino ni un alma cándida. Su mundo son los mercados de venta ambulante (técnicamente se llama ‘venta no sedentaria’). Regentaba paradas en Cambrils y Tarragona y se expandió a la venta en línea bajo su propia marca, Dazza Moda. También ha tocado el sector inmobiliario: en 2014 creó una empresa de alquileres turísticos, «Can Lluís i Pepita», que opera en Cambrils y la Val d’Aran. Son sectores competitivos en los que se juega duro.

Esta vez, la gota que colmó el vaso del ya exconcejal Daza fue la visita del president de la Generalitat, Salvador Illa, a Cambrils, para dar a conocer el calendario y los detalles del Tramvia del Camp. Daza se sintió menospreciado por Clúa, que se llevó el protagonismo de una operación en la que su concejalía tiene mucho que ver, pues el tranvía pasará por las mismas vías de Adif que ha gestionado para la Vía Verde... pero en dirección Salou. Son motivos del mismo estilo que le llevaron a competir con Oliver Klein hasta que éste lo cesó.

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