Eudald Carbonell: «El ‘Homo antecessor’ es como el vino, con el tiempo mejora»

Un 8 de julio de 1994 un equipo liderado por el arqueólogo y catedrático de Prehistoria en la URV, Eudald Carbonell, descubría los restos fósiles de una nueva especie, el Homo antecessor, en un yacimiento de la sierra de Atapuerca, en Burgos. El proceso, que duró tres años, no estuvo exento de dificultades ajenas a la investigación. Ahora, tres décadas después, dos hombres de aquel equipo, el propio Carbonell y José María Bermúdez de Castro, recogen en un volumen aquella fantástica experiencia. Se trata de Homo antecessor. El nacimiento de una especie, publicado por Crítica.

Preséntenos al ‘Homo antecessor’.

Su descubrimiento fue un acontecimiento histórico. Fue la primera y única vez en la historia que antropólogos, arqueólogos y paleontólogos de este país ponían nombre a una especie. Y desde Tarragona se estableció la estrategia para encontrarlo, en la División Séptima de la Universitat de Barcelona, que es como se llamaba antes la URV. Reivindico que esta especie es muy de Tarragona y no se trata de hacer localismo, que me importa poco, es la realidad. Además, fue la primera vez también que se podía ver canibalismo en la evolución humana.

¿Cómo se cambia un paradigma a partir de dos dientes?

Los dientes son distintos en la evolución humana y enseguida los reconocimos, sobre todo José María Bermúdez de Castro, especialista en dentición. Sin embargo, lo que caracteriza a la especie no son los dientes, sino la cara.

Similar a la nuestra.

Fue muy revelador y de ahí surgió el nombre, antecessor, anterior a neandertales, sapiens y denisovas. Y aunque probablemente no sea el antecesor en la línea directa, sí que es la familia que nos dio este rostro. Es una cara moderna, que si se hubiera encontrado sin contexto estratigráfico hubiéramos dicho que era un sapiens. Pero no, tenía un millón de años. Y en la portada del anatomista Mauricio Anton, la chica tiene la mirada de la Gioconda, una mirada cautivadora que explica que éramos nosotros, los humanos de la modernidad. Un Neandertal de hace 400.000 años no la tiene así.

Con el hallazgo, ¿la comunidad científica se puso en contra?

No se puso en contra, lo que ocurre es que nosotros no éramos científicos reconocidos dentro del convenio donde se toman las decisiones y eso siempre jode. Pero al pasar los años nos hemos dado cuenta de que se hablaba entre bambalinas, pero no se publicó ningún trabajo en contra, lo que quiere decir que aquellos jóvenes tenían razón. Y la especie funciona como el vino, con el tiempo mejora. Es decir, era un vino muy fresco cuando se encontró y ahora está evolucionando a un vino con cuerpo.

¿No venían de África únicamente?

Sus antecesores sí, pero el antecessor probablemente formó sus características en Asia y Oriente Próximo, que es un lugar donde pasan muchas cosas siempre porque hay mucha energía. De allí vino la agricultura y también las guerras de los grandes cuerpos religiosos.

Pero allí no pueden excavar.

Hemos ido y hemos colaborado, pero cuesta mucho. Son zonas conflictivas.

El descubrimiento catapultó a su equipo de Tarragona hasta lo más alto.

Generó la estructura para que nos dieran el Príncipe de Asturias y para que se reconociera como Patrimonio de la Humanidad. Se publicó en las grandes revistas Science o Nature y todo ello hizo que después se pudiera hacer un museo y tres institutos como el IPHES en Tarragona, el Carlos III en Madrid y el CENIEH en Burgos. Poco después pasamos a ser líderes mundiales en investigación sobre la evolución humana.

Atapuerca se lo ha dado todo...

Yo se lo he dado todo a Atapuerca y Atapuerca nos ha devuelto el trabajo en equipo y los descubrimientos. Hemos convertido a Atapuerca en el proyecto de investigación más importante, no del mundo, sino de la historia. Es el yacimiento con más publicaciones científicas y el mayor equipo de investigación.

Dijo que de allí le sacarían con los pies por delante...

Creo que fue algo profético.

Sabe que pasará a la historia como el hombre que lideró un nuevo paradigma.

Es lo que llaman los espacios trascendentes. Para mí es muy importante trascender por el conocimiento, no por el ego ni por la avaricia, sino porque realmente contribuyes de forma efectiva a construir el pensamiento de la especie. Conocer y pensar es la base del paradigma personal, lo que llamo la individualidad colectiva.

¿Todavía cree en la especie humana o deberíamos extinguirnos?

Se ha descubierto la IA generativa y se generará la creativa. Si esa inteligencia es potente, por el bien de todos nos eliminará. En relación con la especie, pienso mucho en ella y creo que somos imbéciles, eso lo sabe todo el mundo. El problema del comportamiento imbécil es todo lo que está pasando.

Tiene otra publicación en cartera...

La teoría de la evolución social humana, que intenta complementar las teorías de la evolución biológica de Darwin.