Alpes italianos. Un tren ultramoderno panorámico los bordea. Un plano de giro de 360 grados orquestado de manera fluida y parsimoniosa y aderezado con una música suave, nos muestra a un hombre que, avanzando por el elegante vagón, tropieza accidentalmente con una bella mujer vestida de rojo, de la que la cámara nos muestra su hermoso rostro, el de la protagonista, Nadia Sinh (Priyanka Chopra Jonas).
Basta solo esta secuencia para situarnos rápidamente en el tipo de producción que vamos a ver.

Citadel es una serie de espías, creada por los hermanos Anthony y Joseph Russo, conocidos por ser los responsables de grandes películas taquilleras de Marvel como Avengers: Infinity War, Avengers: Endgame, Capitán América: Civil War o Capitán América: Soldado de Invierno.
Con el curriculum de sus creadores ya presuponemos lo que nos podemos encontrar en Citadel y la realidad cumple perfectamente con las expectativas creadas.
Es una serie de acción, de espías, de protagonistas guapos, de malos malísimos y de tecnología ultra, megapuntera que te deja con la boca abierta.
Si eres fan de todo esto, claramente Citadel es tu serie. A mí particularmente, me das todo esto en un coctel bien ejecutado y lo disfruto como una niña.
Citadel está protagonizada por la ya mencionada Priyanka Chopra Jonas y Richard Madden, que encarna el papel de su compañero de fatigas, Mason Kane.

Pero ¿de qué va Citadel?
Hace ocho años de la caída de Citadel, una agencia mundial de espionaje independiente, encargada de velar por la seguridad de todos, que fue destruida por agentes de Manticore, un poderoso sindicato que manipula el mundo desde las sombras.
Tras la caída de Citadel, los agentes de élite Mason Kane y Nadia Sinh intentan escapar con vida, pero pierden todos sus recuerdos.
Desde entonces, han permanecido ocultos, construyendo nuevas vidas con otras identidades, sin ser conscientes de su pasado. Hasta que una noche, Mason es localizado por su antiguo colega de Citadel, Bernard Orlick (Stanley Tucci), quien necesita desesperadamente su ayuda para impedir que Manticore establezca un nuevo orden mundial.

Un proyecto ambicioso
Sobre el papel pinta bien y realmente casi en la totalidad de su desarrollo, fluye por caminos ya conocidos en las tramas de acción, donde las persecuciones, los tiroteos y el uso de tecnología puntera está a la orden del día, pero en ocasiones se abusa del tópico y hace que flojee algo.
Puede parecer mentira, pero la química entre los dos protagonistas principales, al menos en los primeros capítulos, no es todo lo intensa que debería ser. Seguramente será cuestión de dejar que los personajes fluyan y vayan encontrando su sitio.

Tienen los seis capítulos que forman su primera temporada para hacerlo.
El proyecto de Citadel es ambicioso. Prime Video ha decidido echar toda la carne en el asador y ha creado la segunda serie más cara de la historia de la televisión para conseguir llevarse el gato al agua.
De momento los resultados están por verse, porque no siempre una gran inversión es garantía de éxito.