Explorando el bosque de hadas

A751 metros de altura sobre el nivel del mar, acomodado en una colina protegida por montañas, está Capafonts, uno de los pueblos con más encanto de las Muntanyes de Prades. Su belleza salta a la vista desde la cumbre de Picorandán, una masa de roca desde cuya cima se tiene una buena vista tanto de la localidad como del valle. Lo cierto es que Capafonts parece sacado de un belén, sobre todos los meses de otoño, cuando sus bosques se tiñen de tonos amarillos, ocres y rojizos. Según el lingüista Joan Coromines, el nombre del municipio proviene del latín caput fotis, «cabeza de la fuente», en referencia al río Brugent. En esta ocasión, nos adentraremos en el bosque cuyos árboles guardan el nacimiento de sus aguas. Se trata de un recorrido apto para toda la familia en el que abundan los puntos de interés, como las piscinas naturales de Les Tosques o la cola de caballo que dibuja la Cova de les Gralles.

Dificultad de la ruta

En la actualidad existen escalas de graduación que establecen la dureza de un recorrido mediante factores observables. Una de ellas es el Método SENDIF, creado por la Taula de Camins de l’Alt Pirineu i Aran. Este entiende que la dificultad de un itinerario de senderismo depende, por una parte, del esfuerzo físico que este supone y, por otra parte, de los obstáculos o condiciones del camino. Desde el prisma de la dificultad física, este recorrido es muy fácil; ahora bien, será de dureza moderada si se alarga hasta la Cova de les Gralles. En cuanto a las condiciones del camino, conviene prestar atención a las piedras que pisamos, sobre todo junto a las pozas de Les Tosques, pues pueden ser resbaladizas. En el caso de que vayamos hasta la cavidad, resolveremos una pendiente pronunciada.

Cómo seguir el recorrido

Si bien antaño se podía aparcar cerca del punto de inicio, hoy es obligatorio hacerlo en el descampado junto a la oficina de turismo. Entonces, podemos o bien cruzar el pueblo o bien caminar por la carretera hasta que, a mano derecha, surja una pista forestal que se adentra en el bosque. Tomaremos el sendero estrecho que continua por la izquierda que está inmediatamente después de la cadena que impide el paso de vehículos. Este camino paralelo al río nos descubrirá un dique, las piscinas naturales de Les Tosques y, finalmente, La Font de la Llúdriga, considerada el nacimiento del río Brugent. La fuente es un lugar singular gracias a que la luz penetra con dificultad por la espesa vegetación. Desde aquí, tomamos la pista forestal en lugar de deshacer el camino. En el caso de que queramos ampliar el recorrido, observaremos como a la izquierda sube un sendero que une el trazado con la Cova de les Gralles. Ahora bien, eso supone salvar metros de desnivel.

Las nutrias de Capafonts

Gracias a los artículos de investigación de la revista Quaderns de Capafonts, cuyo contenido puede leerse gratuitamente, respondemos a una de las preguntas que nos sugiere el nacimiento del río Brugent. ¿Acaso la Font de la Llúdriga se llama así porque era habitada por nutrias? Es una cuestión que se planteaban hasta los vecinos. Delfí Pocurull, un capafontí nacido en 1902, atrapó un ejemplar y lo expuso en el pueblo a mediados del siglo XX. Su hazaña fue todo un acontecimiento y se suspendieron las clases. Hoy la fuente ha perdido parte de su encanto a causa de la sequedad. De la misma manera que la Cova de les Gralles, su atractivo es mayor cuanto más haya llovido en las jornadas anteriores.

Las colas de caballos únicas

La Cova de les Gralles es una cavidad de 50 metros de ancho por la que desciende una cola de caballo en época de lluvias. El mejor momento para visitarla es en otoño, estación en la que los tonos amarillos, ocres y rojizos invaden el bosque y forman una alfombra cuyas hojas amortiguan los pasos. Otro fenómeno que depende de unas circunstancias meteorológicas concretas es el salto de agua de La Peixera. El espectáculo tiene lugar en invierno, cuando llueve y el hielo evita que el agua queme la vegetación.

Descubriendo Capafonts

El núcleo de población de Capafonts amerita una visita. En él sólo había un horno, pero gozaba de una gran fama. El pan y las cocas de Isidro y Antonia, los últimos panaderos de la localidad, debían su popularidad a los métodos tradicionales que empleaban. El negocio, cerrado en 1985, estaba en un local de origen medieval. Otro de los elementos más preciados de su patrimonio histórico es el Pont Vell, por el que pasa el camino de Mont-Ral. Si en lugar de cruzarlo continuamos paralelos el curso del agua llegaremos a Les Fous, unas pozas de un verde característico que han sido excavadas por la acción del río Brugent.

Cristóbal Colón era de allí

Corre la leyenda de que Cristóbal Colón, cuyos orígenes han sido discutidos, nació en Capafonts, concretamente en cal Macià. En la dovela central de la casa puede observarse una figura que bien podría decirse que es una merla o una paloma: algo más que suficiente como para que haya quienes defiendan que aquí nació Colón.