Dani Romera vivió el domingo una tarde redonda. En un Nou Estadi vestido con sus mejores galas, el delantero almeriense completó una actuación excelente logrando un hat-trick. Tres goles que contribuyeron a la victoria del Nàstic sobre Linense (5-1) y tres puntos vitales para seguir peleando por los puestos de play-off. Y por supuesto aúpan al atacante de 26 años en la lista de máximos goleadores del equipo con siete dianas.
Ante el Castellón Dani Romera se quedó a las puertas de conseguir el triplete de goles. Se tuvo que conformar con un doblete. Pero ante el Linense, con el panorama que se había quedado tras la expulsión de Delmonte, no perdió la oportunidad de conseguir el primer hat-trick con la camiseta del Nàstic.
El primero de los tres goles que celebraba Dani Romera llegó en el minuto 27. El marcador ya era de 1-0, obra de Pedro del Campo. Un envió de Quintanilla al área fue cabeceado por Nil. El balón golpeó en el hombro de un defensor del Linense y lo elevó como un globo. A su caída de nuevo al pasto estaba Romera con el fusil preparado. Sin dejarla caer empaló el esférico y fusiló al meta Nacho Miras.
El segundo fue de instinto. Centro de Simón que el arquero trata de blocar pero se le escapa y como un resorte Romera puso la bota para mandar el cuero al fondo de la red. Celebración con bailoteo incluido.
No pasaron ni tres minutos que se calcaba la misma situación. De nuevo el extremo badalonense mandaba un balón al área. Esta vez no salió el meta del Linense esperando que alguno de sus dos defensores pudiera despejar el esférico. No lo hicieron. La pelota siguió su curso hasta que encontró a Dani Romera en el segundo palo. Tal y como le llegó soltó la pierna y cruzaba el cuero con tanta fuerza que el brazo del portero visitante no pudo impedir que se convirtiera en el 4-1.
El hat-trick ante la Balona es el cuarto que consigue el atacante andaluz en toda su carrera profesional. El almeriense había logrado dos con el Barça B. Uno ante el Eldense, en una goleada descomunal 12-0, y otro ante el Valencia Mestalla que acabó 3-1. Ambos eran encuentros de la temporad 2016/17. En la UD Almería también consiguió un triplete con el filial del equipo. El rival fue La Roda en un choque que finalizó 5-2 de la campaña 2012/13. Todos los hat-tricks que ha anotado Romera han sido en la tercera cegoría del fútbol español. Los dos anteriores en Segunda B y este último con el Nàstic, en su debut en la nueva Primera RFEF.
Relevo de Marcos De la Espada
Hacía ocho años que el Nou Estadi no veía a ninguno de sus jugadores salir con el balón del partido entre sus manos como un trofeo por su extraordinaria producción goleadora. No todos los días se marcan tres goles. El último en hacerlo con la camiseta del Nàstic fue Marcos de la Espada. El delantero balear anotó tres tantos al Constància en la temporada 2013/14. Un triplete que sirvió para que el Nàstic siguiera encadenando triunfos y pudiera acceder a las eliminatorias de ascenso a Segunda División. Mismo objetivo buscaba Dani Romera con sus tres goles.
El jugador (y la afición) necesitaban un partido así de contundente. El andaluz porque andaba mosca con las críticas internas y externas a su falta de gol. Como si no fuera consciente él mismo del coste para el equipo que tuvieron sus errores ante San Fernando o Sabadell, por citar los últimos encuentros. Sabe que fue una apuesta del club. Confiaban en su talento goleador pero no conseguía explotarlo al nivel previsto por él y por la entidad. Por eso, cuando el delegado le entregó el esférico del partido, estaba exhultante de felicidad. Ese Romera, el killer que no perdona, se parece más al tipo de jugador que el Nàstic quiere y necesita. Tanto como para plantearse, sin la Ponferradina sigue sin contar con él, en hacer un esfuerzo para retenerlo en verano.