Como no podía ser de otra manera, Dani Vidal era un hombre feliz. Ganar, hacerlo en el 89’ y en el campo de un equipo que llevaba más de un año sin caer en su feudo debe ser más que gratificante para un entrenador.
«No vamos a avasallar a nadie, la categoría está muy ajustada»
En este sentido, el técnico apuntó que «no hay partido fácil. Cuando un equipo como el Teruel lleva más de una temporada sin perder en casa es porque conoce el campo y lo hace muy bien». Costó mucho marcar. Y Vidal avisó que ningún rival será sencillo: «No vamos a avasallar a nadie, la categoría está muy ajustada».
«Pablo y Gorka nos han dado muchísima continuidad»
La apuesta del técnico fue diferente, ya que el terreno de juego, por dimensiones y estado, así lo requería. Por ello, aseguró que «estoy contento. Era un partido completamente diferente. Costaba circular el balón y había jugadores que resbalaban. Lo sabíamos, teníamos que cambiar el registro y al final ha salido bien».
El gol tardó en llegar, pero «el equipo es paciente. La semana pasada dimos muestra también de ello. Hemos tenido la ocasión de Pablo, clarísima, pero hemos seguido con el mismo guion», remarcó. Sobre la apuesta de la dupla Gorka-Pablo en la delantera: «Preveíamos un partido diferente, en cuanto a la circulación, y Pablo y Gorka nos han dado muchísima continuidad». También destacó el papel de un más que notable Óscar Sanz, titular en la medular.
«Sabíamos que Óscar Sanz nos iba a dar mucho»
«Sabíamos que nos iba a dar. Es muy dominador en ese juego directo, sabíamos que podía irnos bien», dijo, añadiendo que Jaume Jardí pidió el cambio al recibir un bocadillo en el muslo. El jugador «pidió el cambio, ha sido honesto», dijo Vidal.
Finalmente, el entrenador tuvo palabras para la afición desplazada (unas 300 personas). «Es magnífico, de las cosas más grandes que le puede pasar a un entrenador. Hoy son las fiestas de Tarragona y han decidido venir aquí», sentenció.