Un hombre que iba al volante de una furgoneta cargada con más de una tonelada de hachís seguirá en prisión preventiva. Así lo ha decidido la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona, que ha rechazado el recurso de apelación presentado por el sospechoso.
Los magistrados consideran que existe un riesgo de fuga ya que el encausado es de nacionalidad marroquí sin domicilio en España.
Los hechos ocurrieron sobre las tres y media de la tarde del 1 de febrero de este año. El acusado circulaba al volante de una furgoneta por la autopista AP-7. Le seguía un turismo –ambos iban juntos–. A esa hora, los dos vehículos accedieron al área de servicio del Baix Ebre, en el término de L’Aldea. Allí, los Mossos d’Esquadra estaban realizando un control.
Movimientos sospechosos
La furgoneta –ocupada por una sola persona–, al detectar la presencia policial, volvió a incorporarse a la autopista, al igual que el turismo que le seguía. La patrulla lo encontró sospechoso y les siguió. Mientras, los agentes comprobaron que la matrícula del coche tenía un requerimiento.
Al llegar a la altura de L’Ampolla, los dos vehículos salieron hacia la N-340. El turismo entró en un descampado y comenzó a hacer acciones raras, para atraer la atención de la patrulla y que se olvidase de la furgoneta.
Pero los policías no lo hicieron y siguieron a la furgoneta, que volvió a acceder a la autopista. A partir de este momento, la patrulla encendió la sirena y las luces. El vehículo fugado comenzó a circular en contra dirección, obligando a un turismo a realizar una maniobra evasiva.
Finalmente, la furgoneta no pudo continuar su fuga, a la altura del kilómetro 295 El conductor bajó, saltó la valla de protección de la autopista, pero finalmente lo pudieron detener. Ofreció una fuerte resistencia y uno de los agentes resultó herido.
El registro
Los mossos registraron la furgoneta. En su interior había 28 fardos de hachís, con un peso de 1.024 kilos.
En su recurso de apelación contra el auto de prisión, el abogado del acusado esgrimía el tiempo transcurrido entre rejas de su cliente y también recordaba el arraigo en España –aportó documental acreditando una estancia prolongada en España a través de distintos contratos de alquiler para vivienda y del compromiso de un empresario de integrarlo a su plantilla de trabajadores si salía de prisión–.
La Audiencia Provincial, en su auto de apelación, asegura que hay «indicios claros» de la participación del acusado en los hechos y que éste no los rebate. En este sentido, recuerda que el acusado fue sorprendido mientras conducía una furgoneta alquilada a nombre de su esposa, en cuyo interior había hachís por valor de más de seis millones de euros. Y que trató de huir circulando varios kilómetros en sentido contrario por la autopista, para abandonar posteriormente la furgoneta y huir a pie. Por ello, está acusado de un delito de tráfico de drogas de sustancias que no causan grave daño a la salud en su modalidad de notoria importancia.
Instrucción terminada
La Sala no comparte con el juez instructor que haya peligro de reiteración delictiva, pero sí de fuga. Y ello en base a que la fase de instrucción está cerrada, «lo que implica una proximidad cierta de celebración del juicio que aumenta este riesgo».
Los magistrados entienden que si bien se observa cierto arraigo al tener domicilio conocido junto a su pareja en España, «se siguen observando fuertes elementos de conexidad con el país de origen, en la medida en que tanto él como su esposa son súbditos marroquíes, no acreditan tener familia en España, ni arraigo social, ni propiedades, siendo el contrato de trabajo que aporta nada más allá de una expectativa que, aún en caso de verificarse, tampoco impediría su huida del territorio nacional».
