Las grandes anécdotas de la jornada electoral

Entre ellas destaca la de Jordi Jordan, alcalde de Tortosa, en Tarragona, que acudió a las urnas con un traje de ‘procurador en cap’

23 julio 2023 19:10 | Actualizado a 24 julio 2023 00:05
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De los cuatro aspirantes presidenciales, dos votaban por primera vez como candidatos, Díaz y Feijóo, este último como nuevo vecino de Madrid. Su censo electoral descubre que el presidente del PP supo instalarse en una de las zonas más exclusivas de la capital, El Viso. La otra candidatura novata, la de Yolanda Díaz, se domicilia también en otra de las zonas con rentas más altas, Chamberí. Los cuatro postulantes votaron cuando la temperatura rondaba los 25ºC. Unas horas después el termómetro ya sumaba otros diez en la capital.

El temido calor no ha afectado demasiado la jornada electoral. Los que se concentraban en las puertas de los centros de votación temprano, para evitar los sofocos, era un 2,5% más que en el noviembre de las elecciones generales de 2019 (38% vs 40,48%).

Pero para récord, el de la riojana Villarroya que volvió a batir su marca de cierre de mesas más rápido de España. Si en las generales de hace cuatro años fue de 32 segundos, las municipales han permitido a sus siete vecinos mantener la forma, y ahora han demorado 26 segundos. Esta vez, además, tenían público, unos 40 vecinos que veranean allí. Pudo ser menos tiempo, pero uno de los votantes se puso nervioso y se le cayó la papeleta. De seguir así, habrá titular para la próxima, siempre que no se empadrone alguien que no quiera madrugar.

Alterada y agobiada

A pesar de las temperaturas ningún centro de emergencias del 112 ha notificado, ni siquiera vía redes sociales por región, acciones de rescate por golpes de calor ni desmayos. Las pocas sirenas de ambulancia en las ciudades han sido por accidentes de tráfico. En el norte de España había un clima primaveral, con Santiago en 20ºC; pero abajo, como en Córdoba, se esperaban los 41ºC.

Hubo un héroe, sí, en Andalucía, cuando el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ayudó a una mujer que sufrió un mareo en el CEIP San José Alameda de los Tristes de Lorca. Aprovechó el líder del PP para culpar a quien puso la votación en pleno verano. El «calor» y el «agobio», dijeron también.

Las vacaciones, además de instigar al voto por correo con 14.000 carteros llevando votos a los centros por la mañana, tampoco interrumpieron la apertura de las mesas. El 100% se había constituido a la hora correspondiente y atendieron a varios bañistas con sillas y sombrillas. Sólo una se vio interrumpida, en Berrocal de Salvatierra (Castilla y León), porque una mujer, que los medios regionales clasificaron como «alterada», derribó y destruyó la urna. La Guardia Civil la detuvo y llevó al cuartel, pero las votaciones se paralizaron en esa mesa hasta que llegó la caja nueva.

Incapacitados para hacer de mesa

Hubo, eso sí, unos cuantos borrachos que acudieron a cumplir su deber de miembro de mesa en malas condiciones. No hay alcoholímetros para dejar que conduzcan a los electores, pero un vocal en Arenas de San Pedro (Ávila) y dos suplentes en Santa Marta de Tormes (Salamanca) fueron declarados incapacitados para asumir sus funciones.

Reseñable también es que los candidatos presidenciales hayan hecho su cola, en una ciudad donde es cada vez más habitual que los privilegios pasan por despejar el camino para que los coches oficiales no demoren. La que más esperó fue Yolanda Díaz, casi 20 minutos para meter sus papeletas en las urnas. A pesar de que le sobraba el tiempo para cerrar el sobre, prefirió llegar con su folio en la mano para enseñarlo a cámara. Era para Sumar, desde luego. Una rara forma de hacer la reflexión.

Un romano, un renacentista y una drag Como cada jornada electoral, no faltaron los disfraces. Esta vez la ocurrencia no era de un miembro de mesa vestido de peluche, sino de un par de alcaldes que sacaron sus trapos de época. De emperador romano, con laureles en las orejas, llegó el alcalde de Saldaña, Adolfo Saldaña. Precedido por tres generales romanos de reluciente escobilla en la cabeza y seguido por una corte de unas siete cortesanas. En su descargo, decir que venía del ‘mercado romano’ que cada año hace esta población palentina. Con una teatral llegada, en la que se cuidaba bien el tiro de cámara, Saldaña depositó su voto.

El otro alcalde disfrazado era Jordi Jordan, alcalde de Tortosa, en Tarragona, con un traje de procurador en cap, de negro vestido con franjas rojas y sombrero. «En medio de la Festa del Renaixement, una época que no había democracia», escribía Jordan en su perfil social, para exhortar a la «movilización para defender los derechos y libertades».

El glamur lo puso, sin embargo, ‘icOnyx’, vocal de mesa que acudió como Onyx, una drag gatuna -quizás mutante de otaku-, que cumplió sus funciones con esplendor azulado en el aula del colegio madrileño Montserrat, «como incentivo al voto queer», escribió en la víspera. «No os voy a decir colegio pa que mováis el pussy pa ir a votar con la esperanza de encontraros con una tremenda travesti».

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