Un semáforo provisional emite de forma intermitente una luz anaranjada, color de alerta. Las vallas azules bloquean el acceso al paso de peatones para cruzar la C-14. Y a pesar de todo, la gente sigue haciendo caso omiso a las señales.
Hace una semana, el semáforo que regula tráfico y viandantes se estropeó. Son aparatos muy antiguos de unos 30 años y sus complementos, una vez rotos son difíciles de substituir.
El regulador estropeado del semáforo no tiene arreglo y hay que cambiar la pieza y posiblemente hacer algún cambio en este sistema semafórico de la C-14 funcione de nuevo. Por ello, la empresa alertó al consistorio del problema temporal que había en ese punto de la red viaria y éste actuó con medidas preventivas: cerrar el paso.
Sin embargo, los turistas que todavía veranean en Salou estos primeros días de septiembre cruzan impasiblemente por ese punto poniendo en riesgo su vida. De momento no ha pasado nada más allá de algún susto y alguna pitada de los conductores.