¿Por qué la jueza exculpa a PortAventura del accidente del Tomahawk?

El anemómetro del parque temático de Vila-seca y Salou marcó velocidades de viento inferiores a 50 km/h, racha que por protocolo cierra la atracción del área del Far West

14 marzo 2024 13:09 | Actualizado a 14 marzo 2024 15:16
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La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Tarragona, emitió el pasado 4 de este mes de marzo el auto relacionado con el accidente de la atracción Tomahawk de PortAventura, ocurrido el domingo 11 de febrero de este año.

La parte dispositiva del escrito judicial confirma lo que se iba apuntando a lo largo de las semanas posteriores a la tragedia: el parque temático no sería responsable de la caída de un árbol en una de las atracciones.

La jueza apunta que «dispongo a mantener el sobreseimiento provisional de las presentes actuaciones», lo que en otras palabras es una exculpación provisional de la responsabilidad del parque a lo ocurrido el primer domingo de apertura del parque en la presente temporada.

La magistrada ha analizado, entre otros documentos, el informe que llevó a cabo los Mossos del accidente y que entró en el juzgado el 28 de febrero.

En él se describe el accidente y los factores que provocaron que 14 de los 17 pasajeros del tren del Tomahawk sufrieran heridas de diversa consideración y se analizan los factores para poder dirimir si hay delito de lesiones por imprudencia o bien no puede achacarse responsabilidad de lo ocurrido al parque de la Costa Daurada puesto que todos los requisitos exigidos se cumplieron aquella mañana de 11 de febrero.

El árbol cayó una hora antes del primer viaje de la atracción

Quizá la prueba más contundente del escrito es el análisis de la fuerza del viento que soplaba en las comarcas de Tarragona aquella mañana. En puntos del territorio, el viento sopló a rachas importantes, cercanas a los 77 km/h. Pero dentro del parque esas mediciones del anemómetro (el aparato es del Meteocat y está cerca del resort) no fueron tan elevadas y por tanto no se activo un protocolo de seguridad específico para ello.

El escrito señala que la atracción Tomahawk tiene un protocolo de seguridad por viento. Si la racha alcanza o supera los 50 km/h, automáticamente la atracción se cierra al público. Y aunque aquel día hubo rachas muy superiores en la provincia de Tarragona, el anemómetro más cercano al parque y propiedad del Meteocat (la agencia meteorológica de la Generalitat), la fuerza del viento antes, durante y después del accidente siempre estuvo muy por debajo de la racha máxima permitida. 29,5 km/h entre las 10 y 10.30 horas; y 14 km/h entre las 11 y las 11.30 horas, la franja horaria del primer y fatídico viaje.

Además, de las rachas del viento, el auto de la jueza expone las comprobaciones previas a la apertura de Tomahawk. Hubo comprobación de dos operarios mecánicos y un viaje de prueba con cinco trabajadores. Todo se activó con normalidad.

Tras finalizar este viaje de prueba, se produjo la caída del árbol en la vía. Las cámaras de seguridad ubicadas en la zona (en las atracciones Diablo y Hurakan Cóndor) grabaron la caída del árbol a la vía a las 10.05, sin que ninguno de los trabajadores tuviera visión de ello en la atracción, ni los primeros usuarios que aguardaban subir en el Tomahawk.

La ‘seta’, el botón de alarma se activó cuando el tren llegó a la estación con los pasajeros heridos

El primer viaje se inició el recorrido a las 11.22 horas con 17 de los 18 asientos ocupados. 60 segundos más tarde hubo el impacto de la vagoneta con la copa del árbol que estaba en las vías. A las 11.24 horas llegaba el tren a la estación y trabajadores y clientes vieron gente ensangrentada y alguno desmayado.

Entonces se activó la seta, el botón que bloqueó la atracción y los cinturones de seguridad. Los 17 pasajeros quedaron ‘atrapados’ en sus asientos. Se tuvo que desabrochar cada uno de ellos de forma manual.

La asistencia médica del parque, ayudada de dos clientes que son anestesistas en hospitales de Barcelona y Alicante, y la presencia posterior de personal especializado del SEM se encargaron de atender a las 14 personas heridas, una de ellas a día de hoy sigue en la UCI del hospital de Bellvitge. La otra mujer grave está en planta del hospital Joan XXIII y el resto, tienen el alta.

La jueza, con el relato policial, las medidas del anemómetro y los partes médicos de las personas heridas, considera que para considerarse que lo ocurrido entra dentro del ámbito del delito de lesiones por imprudencia, el accidente debería «tener su origen en el incumplimiento del deber cuidado».

El auto será recurrido por 13 de los 14 afectados en los próximos días. En caso de sobreseirse definitivamente, los afectados deberán acudir a la vía civil para reclamar indemnizaciones de lo ocurrido aquel primer domingo de temporada en el parque temático.

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