Cine con etiqueta cambrilense

Cine. Mònica Cambra y Jordina Ros exponen sus dos cortos ‘Mareas Ocultas’ y ‘Basuras’ en la Rambla de l’Art 

23 octubre 2021 14:26 | Actualizado a 23 octubre 2021 14:30
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El particular ecosistema del cine, de innumerables registros, convive en Cambrils gracias a dos figuras que trabajan en silencio, a pesar de que su talento, en muchas ocasiones, habla por ellas. Dos mujeres de distinta generación pero con una vocación natural hacia el arte que exprimen hasta saciar sus inquietudes. De ahí que dos de sus cortometrajes  fueron impulsados hacia la luz pública por l’Associació Cinematogràfica Acte, en el ciclo Cinemaclub, que se emite con frecuencia en el Cine Rambla de l’Art, ese escenario tan fetiche que la villa marinera todavía conserva gracias a la pasión por la cultura de Toni Badimón.

Mareas Ocultas, de Mònica Cambra, y Basuras, de Jordina Ros, se han expuesto para dar a conocer el trabajo de estas dos multifuncionales artistas. Mareas Ocultas, por ejemplo, ha sido distinguido en festivales tan prestigiosos como el DocsBarcelona 2020 o el FIC-CAT 2021. 
Basuras se ha presentado ya en ciudades internacionales como Londres y lo han seleccionado en varios certámenes de postín. No se trata de dos producciones casuales, detrás de cada una de ellas existe un trabajo y un entusiasmo extraordinario.

A pesar de sólo contar con 23 años, la cambrilense de cuna Mònica Cambra ya dispone de una experiencia contrastada en el sector. Se graduó en Comunicación Audiovisual, aunque se ha especializado en Montaje Cinematográfico a través de una formación superior. Ahora mismo, esa faceta consume su curiosidad. «Te permite escribir con imágenes y eso me apasiona», confirma esta joven, que reside de forma habitual en Barcelona, aunque no se olvida de sus raíces. Cambrils ocupa sus fines de semana siempre y cuando no haya trabajo por hacer.

Contaminación marina
La elaboración de Mareas Ocultas la llevó a investigar sobre la alta contaminación que existe en el mar, sobre todo con el abuso del plástico. «La idea partió de grabar una jornada en una barca de pescadores. Un pescador cambrilense me dejó documentar esa jornada para un trabajo de la carrera y allí descubrí realmente el grado elevado de contaminación que existe», confirma.

Además de esa obra, con tradición cambrilense, Cambra ha participado en la dirección del corto de ficción Els esvaïts y se encuentra en plena fase de construcción del largometraje Un sol radiant, producido por Atiende Films. La película se ha ambientado en las islas canarias. Este film lo ha rodado como proyecto de fin de grado para la Universidad Pompeu Fabra. Lo ha desarrollado junto a cinco amigas. «El cine se nutre de muchísimas ramas del arte, me permite tocar muchos registros, por eso creo que me he decantado por él», finaliza.

Performer y artista

La polifacética Jordina Ros (1963) se ha convertido en una hija adoptiva de Cambrils, donde reside y labora desde hace 12 años. La polivalencia define a esta entusiasta amante de las artes escénicas y visuales. Se define como actriz, performer, artista visual, directora de teatro y cine y docente en interpretación. No escatimado esfuerzos en la formación. Licenciada por el Institut de Teatre de Barcelona, dispone de un Máster de interpretación en la Nancy Tuñon y otro Máster de dirección y guión en l’Escola de Cinema. 
«Desde pequeña, el cine, junto al arte, la música y el teatro, ha sido la base de mi creatividad», afirma. Durante su época de estudiante visitaba con frecuencia la Filmoteca, el Cinema Malda y el Céntrico, donde conoció de primera mano las más grandes obras del cine europeo. 

El teatro es otro de los puntos neurálgicos de su vida creativa. De hecho, actualmente ejerce como directora de la aula del Casal de la Gent Gran de Cambrils y como docente en el colegio La Salle. Como actriz ha colaborado en distintas producciones en territorio catalán.
Uno de sus proyectos más vigentes tiene que ver con el mundo de la performance junto a Pere Estadella. Sus creaciones se han distribuido en países como Japón, la Índia, Estados Unidos, México, Italia, Croacia, Inglaterra, Alemania o Chile, entre otros. Han gozado de un recorrido excelente por el mundo.

En todo caso, se puede considerar el cortometraje Basuras como su ópera prima. Un proyecto que contó con la colaboración en la dirección del reusense Daniel Villanueva y de Elena Pedrell. El film se rodó en Reus y trata de la experiencia de María, una mujer que lleva varios años encerrada en un psiquiátrico después de haber matado a su marido en defensa propia tras recibir maltrato. Una vez su sentencia se ha cumplido, la protagonista necesitará rehacer su vida. 

«Tenía claro que quería hablar sobre la violencia de género. Es un speed de sensaciones. Hoy en día hay un elevado número de mujeres de 60 años que han sufrido violencia de género», recalca Ros.
Basuras ha conquistado varios festivales con acento extranjero. Ha estado en escaparates como Polonia, Holanda, Estados Unidos y Croacia y el pasado fin de semana se presentó en el Cine Genesis de Londres, seleccionado por el Festival de mujeres filmakers Femme- Eco Feminista. 

«El cine te permite contar historias y ahora me apetece explicar situaciones de ficción, de denuncia social y de mujeres», enfatiza Jordina Ros.
Tanto ella como Mònica Cambra se transformaron en profetas en su tierra en una noche especial en el cine de casa de toda la vida, la Rambla de l’Art, un lugar idílico para enseñar sus trabajos.

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