No le pueden hablar de haberse rendido antes de tiempo porque el Juvenil A del Nàstic ha cuajado una actuación heroica, repleta de casta y honor, pero que no ha sido suficiente para frenar a un todopoderoso Barça que ha vuelto a demostrar que sin una camada demasiado excelsa a nivel individual le es suficiente para caminar con paso firme por la División de Honor que está cerca de conquistarla a cuatro jornadas para el final. Todo lo contrario para un equipo grana que a falta de cuatro partidos anda con el descenso al acecho. Ahora mismo está a cinco puntos de la salvación con solo 12 en juego, por lo que el milagro es todavía más necesario. El 3-5 fue el resultado final que imperó en un encuentro repleto de saltos de guión que terminó decantándose del lado culé.
Comenzó el Barça con mucho ritmo de juego y metiendo al Nàstic atrás gracias a una buena circulación de pelota. Los azulgranas se apoyaban en el control y la llegada de Unai Hernández y en el desborde y el uno contra uno de Dani Rodríguez. Entre los dos fabricaron el primer gol que terminó con un tanto del segundo para abrir la lata en el 6’.
Aquel tanto parecía romper el guión de partido del Nàstic, pero lo cierto es que la reacción del conjunto grana fue más que meritoria y tuvo premio. En ningún momento se vinieron abajo los granas y en una rápida transición, Folch sacaba petróleo y se marchaba de un Rubén Cantero que le derribaba en el interior del área. El colegiado no dudaba y expulsaba al central culé además de pitar penalti a favor del Nàstic. El propio Folch no fallaba desde los once metros para poner la igualada en el marcador.
Por si fuera poco el empate, el conjunto de Álex Accensi supo jugar muy bien con la superioridad numérica y el golpe moral recibido por el Barça. Su buen juego tuvo premio en una maravillosa jugada de Pau Ortega que terminaba con un disparo al palo largo de la portería de Ander desde la esquina del área que colocaba por delante a los tarraconenses.
Con el 2-1, el Nàstic se sentía cómodo. El FC Barcelona no le generaba demasiado peligro y los granas se defendían sin sobresaltos en un bloque medio o bloque bajo que iba variando en función de la jugada rival. Sin embargo, el talento a veces no se puede sujetar y eso sucedió en una jugada individual de Unai Hernández que terminaba con un penalti a favor de los culés. El propio ‘10’ azulgrana asumía la responsabilidad para marcar el tanto del penalti y empatar de nuevo el partido.
El partido iba a dar un giro más de trama justo antes del descanso cuando de nuevo aparecía Unai Hernández para marcar su hat-trick. El interior azulgrana llegaba de segunda línea y aprovechaba un centro lateral para marcar con un poco de fortuna y superar a Peiri. Golpe duro para un Nàstic que se iba al descanso con desventaja en el marcador, pero con superioridad numérica. Quedaba mucha tela por cortar.
Si la primera parte había tenido muchos movimientos de marcador, la segunda no iba a ser menos porque había en el césped dos equipos que estaban gozando de una pegada que estaba siendo diferencial en ambas porterías. Los primeros minutos del segundo tiempo ya dejaron claro que el Nàstic iba a arriesgar más en busca del tanto del empate. Tuvo varias llegadas de peligro, pero finalmente encontró premio en un balón parado. Ot Agné, hijo de Raül Agné, botó un córner que tras no tocar nadie terminaría encontrando a Sergio Vega en el segundo palo. El delantero, que había salido en la segunda mitad, empataba el partido de nuevo y abría un nueo horizonte de esperanza para los granas.
Con el 3-3, el partido se situó en un terreno de menos ocasiones con los dos equipos mentalizados en disputarse el todo y nada en los minutos finales. El Nàstic cambió de sistema pasando del 4-2-3-1 a un 3-5-2 que buscaba claramente el juego vertical y la heroica. Una victoria aumentaba las opciones del milagro de la salvación, pero los tarraconenses se encontraron con el peor final de trama posible.
Cuando faltaban poco menos de 10 minutos para el final del partido, el FC Barcelona volvía a tirar de pegada. Estaba en una transición que terminaba con el cuero en las botas de Nil Calderó que marcaba tras cruzar el balón al palo largo desde el costado derecho. El Nàstic quiso la igualada, pero se encontró con el quinto tanto azulgrana. Unai Hernández botaba un córner que Héctor Fort remataba en el segundo palo con un poderoso cabezazo. Los azulgranas celebraron el gol a lo grande, sabiendo que se acercan a la conquista de la liga. Los granas se quedaron cabizbajos, sabiendo que el milagro de la salvación se ha complicado todavía más. Eso sí, cayeron con honor.
