La Champions League dejó un regalo inesperado a los amantes del hockey cuando citó de nuevo a Calafell y Reus en la fase de grupos tras haberlos emparejados ya en la fase de grupos preliminar. No solo hizo eso, sino que los colocó en el grupo de la muerte con dos de los proyectos económicos más potentes del panorama europeo como son Sporting y Benfica. Para más inri, el calendario del grupo dejó un Reus-Calafell en la penúltima jornada que se celebra esta noche a partir de las 21.00 horas. Si la cosa iba bien, ambos podían estar con opciones de clasificarse. Si la cosa iba regular, solo uno de los dos. Si la cosa iba fatal, los dos estarían eliminados.
El contexto en el que se presenta el partido es con el Calafell vivo e intentando resistir, mientras que el Reus solo se juega la honra porque el hecho de haber sumado cero puntos en cuatro jornadas le ha condenado a la eliminación prematura. Honor contra resistencia, porque el Calafell es consciente de que hoy necesita ganar el derbi para seguir vivo porque conseguir la clasificación resulta un imposible. Para eso queda todavía una pantalla más que será el 29 de febrero en el duelo en el Joan Ortoll frente al Benfica. Para eso todavía queda, antes hay un Municipal de Reus que conquistar y eso no resultará nada sencillo.
En estos momentos, el Calafell es tercero con cinco puntos en su casillero. Podrían ser dos más porque en la anterior jornada tuvo contra las cuerdas a un Sporting al que solo salvó una rigurosa 10ª falta que aprovechó el conjunto luso para empatar desde la directa en los instantes finales. Aquel gol fue doloroso porque ahora mismo el conjunto de Ferran López está a tres puntos del Sporting y a cuatro del Benfica.
La distancia es salvable a nivel matemático en ambos casos, aunque todo dependa de lo que suceda en el derbi luso para saber si el Benfica todavía es alcanzable o el Calafell se jugará el segundo billete con el Sporting.
El precedente más cercano sonríe a un Calafell que en el derbi de la primera vuelta venció de manera clara en el Joan Ortoll por 4-1. Sin embargo, en el partido de la segunda fase de clasificación de la Champions, fue un empate (2-2) el que imperó en el marcador con un gol de Sergi Aragonès a falta de solo tres segundos para el final. En la OK Liga, el partido de la primera vuelta cayó del lado del Calafell que conquistó el Municipal de Reus con un resultado contundente (3-5). Así pues, los precedentes sitúan al Calafell con ligera ventaja, ya que esta temporada ha sumado dos victorias y un empate frente a un Reus que solo le ha podido plantar cara en uno de los tres encuentros.
Volver a repetir el plan es el objetivo de un equipo de Ferran López que sueña con conseguir la machada de meterse entre los 8 mejores equipos de Europa. El año pasado se quedó fuera en una fase de grupos que este año quiere superar en un proyecto histórico que esta temporada pone fin, ya que Ferran López dirá adiós al Calafell a final de temporada después de no recibir una propuesta de renovación por parte de una entidad calafellense que ha firmado a Guillem Cabestany en busca de un nuevo rumbo.
El técnico del Calafell tiene claro que la visita a Reus va a ser exigente a la par que histórica: «Es un partido que como deportista siempre se desea jugar por el rival y por la pista. Tiene todos los alicientes para ser un gran partido. Queremos competir muy bien y para ello hay que contrarrestar muchas cosas. Nos gustaría llegar a la última jornada con opciones».
Por su parte, el entrenador del Reus, Jordi García, es consciente que su equipo ya no tiene opciones, pero la honra y la dignidad pesa mucho para uno de los clubes más históricos del hockey mundial: «Salimos siempre a ganar todos los partidos; es nuestra obligación porque somos el Reus, aunque no tengamos opciones. Queremos ganar los tres puntos para darle una alegría a nuestra afición, pero también es cierto que le daremos minutos a jugadores que no participan tanto para llegar con frescura al partido del domingo ante el Noia, que es muy importante para nosotros».
