En el año 2003, el joven abogado Joan Laporta aseguró que, con cuarenta años, dedicaría «los mejores años» de su vida para presidir el Futbol Club Barcelona. Dos décadas después, en Tarragona, Rubén Viñuales quiere seguir la misma línea. También letrado amante del Barça, el ahora candidato socialista en la Plaça de la Font ha sido dos veces alcaldable por Ciutadans y, ahora, en el PSC, se dispone a afrontar el gran reto de una vida que empezó a principios de los ochenta en la Clínica Monegal.
Nacido un 26 de junio de 1983, Viñuales está a punto de poner el ‘4’ en su edad. Vivió los dos primeros años de su vida en la calle Pere Martell, pero en 1985 se trasladó con la familia a vivir en Campclar. Su madre era peluquera y su padre camarero, regentando el histórico bar de la Facultat de Lletres de la Plaça Imperial Tarraco.
Estudió primero en La Salle Tarragona y, posteriormente, en el Institut Martí i Franquès. «No sacaba malas notas, era de ‘7’, pero no era brillante. Cada día comía con profesores y catedráticos, y allí me entró el gusanillo por la historia y el patrimonio. Un día les dije que quería estudiar Història, pero en seguida me recomendaron hacer otra cosa», bromea, a la vez que indica estar especialmente interesado en la época imperial romana y en la segunda Guerra Mundial.
Vivir en el barrio de Ponent en los noventa le marcó y le reforzó el carácter. «En Campclar viví diferentes épocas. Durante mi adolescencia, la zona estaba mal, con drogas y mal ambiente. Llegaba a casa y veía a gente pinchándose», recuerda.
Burger King, Caixa Tarragona...
El alcaldable se inició en el mundo laboral a los 16 años, en los Burger King de Les Gavarres y de Coma-ruga. «Trabajé en muchos sitios, hice de todo: de comercial en una telefónica, de camarero en un chiringuito de Vilafortuny, en Caixa Tarragona...», indica Viñuales, quien estabilizó su trayectoria con la carrera avanzada. «Hice de abogado en la Creu Roja y, a los 27 años, abrí el despacho que tenemos ahora con mi socio y amigo Oriol Vázquez», de Junts.
Su Spotify es variado. En él se puede escuchar desde música de los 60, soul, Loquillo, mecano... o Rocío Jurado. Socio del Nàstic, del Rotary y de Todos en Azul, asegura que Cadena Perpetua (Morgan Freeman) es su película de referencia, así como que la «ingratitud» es lo que le pone de los nervios.
Casado desde mayo de 2021 con Laura, la familia la ampliaron con las pequeñas Alba y Claudia. Política y trabajo aparte, el alcaldable socialista intenta ir a las pachangas semanales de fútbol sala en Sant Salvador con sus amigos para desconectar. «Cuando lean esto se van a reír, ya que hace como dos meses que no voy», recalca. Sus ídolos, por cierto, son dos integrantes del Dream Team de Johan Cruyff en el Barça: Romario y Hristo Stoichkov. Sin deporte, intenta leer, «pero me duermo, como con las series», bromea. Una de sus obras favoritas es Tarragona 1813, que narra «como Tarragona se recuperó de la Guerra del Francés». Por lo que se refiere a las series, «intento que no sean ni de política ni de abogados». Peaky Blinders y Juego de Tronos son dos de sus favoritas. ¡Toda una declaración de intenciones!
La gran pasión de Viñuales es la familia. «El tiempo libre que tengo, ¡lo dedico a mis dos Gremlins! Aunque no tengo todo el tiempo que me gustaría para estar con ellas, lo aprovechamos bien como se ve en la foto», bromea. Se da la circunstancia de que en las dos anteriores elecciones, las de 2015 y las de 2019, los Viñuales estaban «embarazados». Alba, de ocho años, fue la primera en nacer, en 2015, en los primeros comicios en los que Viñuales se presentó con Ciutadans, y en los que logró cuatro concejales para ser el líder de la oposición a Josep Fèlix Ballesteros (PSC). Posteriormente, llegó la joven Claudia en 2019, en la segunda cita con las urnas en las que Rubén repitió los mismos resultados que cuatro años antes. Este 2023, ya con el PSC, no hay tercer hija.
