Los trazos de los artistas Gasic y Jordi Costa llenan de arte y, a la vez, crítica social, las paredes del edificio Vapor Vell de Reus. La intervención toma por nombre ‘Artivisme’, «un movimiento artístico social y de carácter reivindicativo», ha explicado esta tarde el artista local Gasic, durante la inauguración de la muestra, en la que no ha podido estar presente Costa. La propuesta se enmarca en Street Gallery, dentro de Llambordes. Se trata del programa de apoyo al arte urbano juvenil que impulsa el departamento de Joventut de la concejalía de Salut i Ciutadania del Ayuntamiento de Reus.
Siete obras, de tipo grafiti, ocupan la fachada del Vapor Vell. Tres corresponden a Gasic y otras tres, a Jordi Costa. La séptima –la ubicada en medio– ha sido elaborada a cuatro manos, una obra colaborativa entre ambos artistas que «nos ha brindado la oportunidad de plasmar la doble cara del capitalismo», explicó Gasic.
De hecho, las siete obras giran alrededor del sistema capitalista. Una crítica que se realiza a partir de siete imágenes, la mayoría protagonizadas por niños de orígenes diversos, y llenas de contrastes, con tabletas, una zapatilla simulando un móvil, risas y lágrimas. Una reflexión sobre las desigualdades generadas por la mala gestión de recursos que genera el capitalismo, aumentando la brecha social entre ricos y pobres.
Con este objetivo de aprovechar el espacio para hacer arte crítico, los dos artistas debatieron y compartieron los problemas que tenían a nivel individual. «Nos dimos cuenta que eran cuestiones globales, del sistema capitalista», recuerda Gasic. Y fue a partir de aquí que crearon las siete obras ahora expuestas en la calle. «Queríamos crear consciencia, con el sentido crítico del espectador», explica Gasic, que resume: «Valen más siete imágenes que 1.000 palabras».
El espacio escogido para la muestra ha sido, una vez más, el Vapor Vell, una localización que se usa para el Street Gallery desde 2020. Como recuerda el concejal de Ciutadania del Ayuntamiento de Reus, Òscar Subirats, anteriormente las intervenciones se realizaban en la calle Jaume Òdena. Pero las ventanas donde iban ubicadas las obras «estaban más elevadas y quedaban alejadas del público». Es por ello que se apostó por una nueva ubicación y esta fue el Vapor Vell, donde los trabajos artísticos quedan «más próximos y, por lo tanto, hay mayor interacción con la ciudadanía», valora Subirats.
En esta ocasión, la intervención vuelve a sus orígenes, al grafiti. Además, va más allá de los siete murales artísticos en sí. Y es que «pedimos una integración con el espacio, que fuera más allá del espacio expositivo», dice el concejal. Es por ello que parte de la fachada del edificio está también pintada con colores grises, con formas geométricas que dan continuidad a los siete murales. Es también una forma de dignificar la pared que acoge la Street Gallery y el propio edificio.
Dos artistas de proximidad
Las obras que llenan el Vapor Vell en esta edición de la Street Gallery han ido a cargo de dos artistas. Uno es Gasic, un artista local que cuenta con una dilatada experiencia en el mundo del arte mural. Por otro lado, Jordi Costa, artista de Gandesa que también cuenta con varias intervenciones en la ciudad.
