El nuevo barrio del Nàstic reinicia su tramitación tras la caída del POUM

El pasado jueves entró el nuevo proyecto al Ayuntamiento, que prevé la urbanización de los terrenos junto al Nou Estadi. En total se prevé la construcción de unas 514 viviendas

22 febrero 2022 09:10 | Actualizado a 23 febrero 2022 06:26
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El Pla de Millora Urbana (PMU)- 34, junto al Nou Estadi, inicia de nuevo la fase de tramitación tras la caída del POUM de 2013, a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo en noviembre de 2020. El pasado jueves sus impulsores entraron al Ayuntamiento de Tarragona el nuevo proyecto, que mantiene la esencia del plan inicial, lo que se espera que permita agilizar esta fase administrativa.

El concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Xavier Puig, defiende que este «es un sector de crecimiento que sobrevive con las normas urbanísticas y que se mantiene intacto». Con el plan general de 1995 este ámbito quedaba «completamente roto» y «desdibujado», por lo que «pasaba a ser inviable». No obstante, a raíz de la aprobación de esta figura de planeamiento urbanístico transitorio, el plan se mantiene tal y como constaba en el antiguo Pla d’Ordenació Urbanística Municipal.

El ámbito afecta a una parte de los terrenos que formaban parte del trazado de la antigua nacional, desde la rotonda de la Savinosa, a la altura del Nou Estadi. En la parte más próxima a la Via Augusta está prevista la zona verde y comercial, mientras que en las inmediaciones del campo de fútbol –en el espacio en el que ahora hay los campos de entreno y que queda detrás de la ITV– se concentrará la parte edificada. Se trata de un sector de crecimiento que en total suma 124.000 metros cuadrados, que permitirá la construcción de unas 514 viviendas aproximadamente, de las cuales 120 serán de carácter social.

Puig destaca que este es un sector que «liga el crecimiento desde Llevant, lo que responde a la voluntad de seguir repartiendo juego». De hecho, se trata de un plan que sigue adelante por cooperación ya que la administración local es la propietaria del 45% de los terrenos, mientras que el Club Gimnàstic tiene el otro 45% y el 10% restante corresponden a pequeños propietarios.

«Todos tenemos la necesidad y las ganas que tire adelante. En el contexto actual pasa a tener más valor»
Xavier Puig. Concejal de Territori

Su tramitación se inició en el año 2018 cuando el Ayuntamiento de Tarragona solicitó a la Comissió d’Urbanisme de Catalunya una modificación de los objetivos y de la agenda económica del POUM, para avanzar su ejecución del segundo al primer sexenio. Esto debía servir para acelerar los desarrollos previstos en esta parte de la ciudad y dar una continuidad a la Vall de l’Arrabassada, antes de abordar macroproyectos como el de La Budellera. No obstante, y a pesar de que la junta de gobierno aprobó inicialmente el proyecto el 20 de febrero de 2020, por el camino han aparecido todo tipo de vicisitudes. La última era la anulación del POUM, lo que obligaba a poner los contadores a cero para comenzar de nuevo la tramitación. «Se inicia la tramitación desde el principio, pero partiendo del conocimiento y de todos los informes previos», argumenta el tercer teniente de alcalde. Asimismo, este trabajo previo ha facilitado que «los mismos redactores del plan ya saben qué dicen los técnicos y que dejan de decir, mientras que los técnicos ya saben qué dirá el plan». Y esto, según la administración local, debe permitir que «la tramitación podrá ser más ágil y rápida».

Ajustes técnicos

Algunas de las consideraciones técnicas que se han abordado en estos meses afectan, por ejemplo, a la reserva de espacios por el soterramiento de las vías del tren. Este es un tema que el primer documento que se aprobó inicialmente no contemplaba y que, posteriormente, tuvo que tenerse en cuenta a instancia de la Comissió d’Urbanisme. Y es que, el POUM de 2013 planteaba el desvío de la vía del tren por el norte de la ciudad, desde Horta Gran, hacia el Llorito y la Vall de l’Arrabassada. Esto generaba unas afectaciones sobre uno de los bloques de viviendas del futuro barrio. «Después de estudiarlo, junto con Transports de la Generalitat, cambiamos el dibujo de forma que no haya ninguna edificación inmediatamente encima de alguna de estas reservas», apunta Puig. Y es que, la previsión del gobierno, es que el futuro plan general que ahora se está debatiendo mantenga estas reservas.

«A ver si esta vez ya es la definitiva y que acabe tirando adelante, porque es una locura»
Josep Maria Andreu. Presidente del Nàstic

Otro de los ‘ajustes’ técnicos que se ha hecho sobre el proyecto afecta a una canalización de aguas que debía construirse en este ámbito del PMU-34 y que estaba ligado al posterior desarrollo de La Budellera. «Era una infraestructura muy costosa y de mucha envergadura, pero a diferencia de antes, ahora no hay ninguna hipótesis de que existirá La Budellera, por tanto el sector deberá hacer una canalización para evacuar las aguas de la propia urbanización y del PMU 13-B, sin que se presuponga que después habrá un macrobarrio al lado», argumenta Puig.

Todas estas consideraciones técnicas deben permitir que a lo largo de este 2022 pueda procederse a la aprobación inicial de este nuevo sector. Y es que, tanto el Nàstic como el Ayuntamiento tienen interés en que esto se desencalle cuanto antes, para obtener unos ingresos que ambas partes necesitan. Desde el Nàstic, su presidente, Josep Maria Andreu, estima que los ingresos que podría obtener el club a través de esta operación ascienden a ocho millones de euros. Un dinero que el club grana espera para poder iniciar la construcción de su Ciutat Esportiva, junto al Anillo Mediterráneo. «Estamos pendientes del Ayuntamiento mientras estamos haciendo el proyecto de reparcelación y de urbanización, a la espera que se apruebe definitivamente», afirma Andreu.

El presidente grana se ha comprometido a iniciar las obras en Campclar este 2022. Inicialmente será un proyecto de «mínimos» con tres campos de fútbol y se contempla la posibilidad de un plan ‘b’ por si no llega el dinero. No obstante, Josep Maria Andreu asegura que «la idea es empezar cómo sea este año».

Andreu lamenta la larga tramitación que ha tenido que hacerse durante todos estos años. «Es una locura», define. El club argumenta que «es una cosa buena por la ciudad, más allá del dinero». El Nàstic tendrá que buscar una solución para aparcar en los días de partido. En cambio, las instalaciones del tenis y del pabellón se mantienen.

Finalmente, Puig pone en valor que «en el contexto actual, con una restricción de los planes parciales, este sector pasa a tener más valor».

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