El POUM, el protagonista indirecto de este 2023

El proceso participativo se pondrá de nuevo en marcha el martes de la semana que viene con un taller participativo, esta vez en la Part Alta. Este mes de enero la agenda estará llena, ya que empiezan los itinerarios

04 enero 2023 20:48 | Actualizado a 05 enero 2023 07:00
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Las elecciones municipales del próximo 28 de mayo son la fecha que todo el mundo que sigue la actividad local tiene marcado en rojo en el calendario. No obstante, este 2023 tendrá un protagonista indirecto que desde hace tiempo se está cocinando a fuego lento: el futuro POUM. Este seguro que no escapará de una campaña en la que se espera que los partidos bombardeen a la ciudadanía con propuestas sobre movilidad, crecimientos o la recuperación del centro, es decir, sobre el modelo de ciudad. ¿Y de qué habla un POUM sino del modelo de ciudad?

Hablar del POUM no es sexy y el urbanismo no levanta pasiones. Sin embargo, una pequeña victoria del procedimiento que se ha iniciado es el proceso participativo, que arrancó el 8 de noviembre, con más de 350 personas en la sesión inaugural. Este era el pistoletazo de salida de cara a los cuatro talleres sectoriales, en los que han tomado parte 66 personas de 42 entidades; además de las sesiones territoriales con unas 95 personas, ya sea a título personal o en representación de las entidades del territorio. ¿Es mucho o es poco? Seguramente sobre una ciudad de más de 132.000 habitantes la cifra puede parecer irrisoria, pero que a las ocho de la noche el equipo directivo de la Escola Joan XXIII estuviera en el taller que se hizo en el Centre Cívic de Bonavista, hablando de cómo mejorar la movilidad en la zona de escuelas es muy importante. ¿Quién conoce mejor que ellos la situación que se genera a diario durante la entrada y la salida de los colegios?

De momento, este tour itinerante que recorrerá todos los barrios de la ciudad ha viajado a Ponent y a la zona Nord. El próximo martes día 10 –a las 18 horas en la Casa Canals– el POUM vuelve después del parón Navideño e intensifica su agenda. La Part Alta centrará la primera de las siete sesiones de este bloque, que hasta el 7 de febrero están previstas en el calendario. En un comunicado de prensa, el concejal de Territori, Xavier Puig, afirmaba ayer que estos talleres «son la mejor herramienta para que la ciudadanía pueda decir la suya y expresar qué ciudad de Tarragona quiere».

El debate también se vive on-line, a través de la web participa.tarragona.cat. De momento se han registrado 45 propuestas entre las que se encuentra la que hace Misael, quien apunta a la necesidad de una biblioteca en el centro «de grandes dimensiones». Por su parte, la Associació de Veïns de Tarragona Centre que hace una aportación para «reconvertir los terrenos adyacentes a la depuradora de aguas de Tarragona en un espacio de cultivo» o que la terraza del Palau de Congressos se habilite como «zona verde». De hecho, esta entidad ha lanzado más de una decena de propuestas. Quizás algunas no necesitan un POUM para que puedan seguir adelante, otras sí.

Esta figura de planeamiento no será la varita mágica que de repente dejará una ciudad de color de rosa. Tampoco podemos pedirle peras al olmo y pensar que de un día para otro Tarragona será más segura, más amable con los usuarios de la bicicleta y más de todo. El realismo y la paciencia son ingredientes fundamentales cuando se habla de urbanismo. Como muestra de ello, un dato: ninguno de los sectores de crecimiento del POUM de 2013 –que fue anulado por el Tribunal Supremo en noviembre de 2020– a empezado a construirse. Y todo esto la ciudadanía tiene que conocerlo para evitar que acaben generándose frustraciones.

En este inicio de año, el proceso participativo intensifica su actividad y el sábado día 14 tendrá lugar el primero de los tres itinerarios, que en este caso recorrerá el Francolí. La Anella Verda y Budellera y la Horta Gran son otros de los espacios que se visitarán in situ en las próximas semanas y sobre los que se hablará, y mucho, durante la campaña electoral. Y es que, mientras los candidatos intensifiquen su agenda a medida que se acerquen los comicios, los servicios técnicos de urbanismo se encerrarán para ‘vaciar’ toda la información obtenida en este diálogo con la ciudadanía para redactar el primer nuevo POUM de Tarragona, es decir, el documento que se someterá a aprobación inicial, pero que todavía deberá dar algunos rodeos antes del plan definitivo.

¿Serán las municipales un plebiscito sobre el modelo de ciudad? Los calendarios los carga el diablo y la aprobación inicial del futuro POUM será uno de los primeras temas que deberán votar los representantes electos que salgan de las elecciones de mayo, así que ya podemos decir que este 2023 será el año del urbanismo en Tarragona.

Esta figura de planeamiento no será la varita mágica que de repente dejará una ciudad de color de rosa. El realismo y la paciencia son claves en el urbanismo
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