La transformación de la desembocadura del canal de La Móra en una laguna que favorezca la biodiversidad de este entorno está encarrilada. Si bien el proyecto es ambicioso y necesita de varias actuaciones previas para evitar que se sigan estancando las aguas residuales en el tramo más próximo a la playa, ahora mismo el Ayuntamiento de Tarragona tiene comprometidos más de 4,7 millones de euros para que pueda iniciarse este proyecto. La inversión más significativa la asumirá la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), a través del Pla de Conques (2022-2027), aunque también intervendrán los fondos Next Generation y, recientemente, se ha confirmado una partida en el proyecto de presupuestos de la Generalitat.
«Conocíamos el problema, teníamos el diagnóstico y sabíamos cómo se arreglaba, pero no teníamos ni un duro y esto ahora no pasa porque tenemos todas las fases cubiertas económicamente», afirma el concejal de Territori, Xavier Puig. Desde hace tiempo que la administración local está trabajando en la propuesta que salió desde la Associació ambiental la Sínia para estudiar una solución similar a la que se implantó en La Murtra de Creixell. La idea enseguida se la hicieron suya tanto la Associació de Veïns de la Móra-Tamarit como el Ayuntamiento, que ve como puede acabar con los problemas de salubridad, generados por las aguas estancadas, que tantos problemas y molestias generan a los vecinos.
«Es una solución satisfactoria e inteligente que evitaría los mosquitos, generando una identidad y una autoestima para el barrio, porque de repente La Móra, que está dividida por esta herida fea, tendría un espacio con una flora y una fauna que cambia toda la fisonomía de un barrio que está rodeado de valores naturales», argumenta el tercer teniente de alcalde.
No obstante, la creación de este humedal no es tan sencilla como eliminar la capa de cemento y pinchar el suelo para que suba el agua salada del nivel freático. El primer hándicap a salvar pasa por evitar que cuando llueve intensamente el agua de la primera media hora –que lleva la suciedad del asfalto y el aceite de los coches– entre a la laguna, evitando que este acabe contaminando medioambientalmente el futuro hábitat. Para ello, primero deberán hacerse tres actuaciones.
Dos de estos proyectos las sufragará el ACA, a través del Pla de Conques, que incluye una partida de 2,7 millones de euros para su ejecución en el periodo hasta 2027. La primera consiste en la ampliación de la estación de bombeo, de forma que en episodios de lluvia intensa las instalaciones ganan capacidad de almacenaje, minimizando el agua que acaba vertiéndose en el canal, que actúa como aliviadero. Asimismo, esta actuación permitirá retirar la grúa que se instaló en el año 2017 y que desde el primer momento ha sido objeto de polémica por parte de los vecinos.
Esta actuación va ligada a la ampliación del emisario, la cual persigue el mismo objetivo, reduciendo el agua que llega al canal. En este caso, la inversión prevista asciende a 1,5 millones de euros que, según el Ayuntamiento, están incluidos en la primera fase de este quinquenio en el que se desplegará el Pla de Conques. «Nosotros tenemos el proyecto y en el momento en el que nos den la asignación presupuestaria lo ejecutaremos a través de Ematsa», explica Puig.
En paralelo, el Ayuntamiento incluyó una tercera actuación necesaria dentro del proyecto Tarragona entre Blau i Verd, que obtuvo 3,5 millones de euros de los fondos Next Generation. Este hace referencia a proyectos vinculados al área del turismo, para avanzar hacia un modelo sostenible. Entre las actuaciones se incluyó la construcción de un Anti-DSU en La Móra, que consiste un depósito de almacenaje de 1.000 metros cúbicos, de forma que cuando llueve puede retenerse el agua que cae en la primera media hora, que está más sucia.
El depósito se construirá debajo de la plaza y cuenta con una consignación presupuestaria de 1.074.731 euros. «Al final, el objetivo es almacenar más agua y que la que acaba llegando al medio esté más limpia», indica Puig.
La tercera vía de financiación será la Generalitat de Catalunya, que en el proyecto de presupuestos que se aprobará el próximo 10 de marzo incluyó una partida presupuestaria de un millón de euros para la renaturalización de este entorno. «Primero hay que hacer las actuaciones previas y cuando estemos seguros de que el agua residual ya no llega al canal podrá eliminarse la losa de hormigón e iniciarse la renaturalización», argumenta el concejal de urbanismo.
No se descarta que tenga que acudirse a nuevas ayudas para abordar esta segunda parte de un proyecto en el que deberá empezarse a trabajar más adelante. No obstante, de momento la parte del ACA está prevista para 2025 y la de los Next Generation tiene que estar acabada en 2026, de forma que la solución para La Móra todavía tardará, pero sobre el papel ahora mismo está encarrilada.
Estas actuaciones permitirán eliminar la grúa, que es una reivindicación vecinal
millones de euros incluye el Pla de Conques del ACA para el quinquenio de 2022 a 2027
